30 julio 2008

Los recordatorios del perro

Un chucho callejero local de marca Nisu me guió hoy el camino hacia el conocimiento y la memoria. ¡Aleluya!

El muy cabrón me mordió esta mañana sin que mediara palabra, rebuzno ni ladrido por parte de nadie. Ni siquiera me mordió con ganas; pasaba por mi lado y se limitó a soltar una dentellada y a salir corriendo, sin más. Yo creo que debía de tratarse de un perro sociópata, el equivalente canino a aquel cojo bípedo que se dedicaba a romper cristaleras en las manifas de hace algunos años y que salió en todos los noticiosos por tan gratuita actividad.

Es mi primer mordisco pero mi segundo encuentro con perros locales. El anterior sucedió hace como una semana. Iba yo tan campante con una pierna de pollo frito (lo preparan tras marinarlo en un aderezo criollo muy rico) que me había comprado en un carrito callejero. Iba comiéndomela y claro, cuando no tenía el pedazo en la boca para darle bocaditos pues lo llevaba en la mano, baja, como se hace normalmente al caminar. En esto llegó un chucho callejero y me quiso arrebatar el pollo. Lo mordió un poco y salió corriendo, pero no quise que con eso consiguiera su propósito y me lo terminé (al pollo, no al cánido) así tal cual, con babas de perro y todo. ¡Nos ha jodío mayo!

Mi único propósito de hoy era acercarme a Bocas a hacer compritas para un ceviche (o sebiche, seviche o cebiche) de pulpo, pero con el episodio de la mordida tuve que alargar la visita para arrimarme al hospital a ver si el galeno tenía alguna idea terapéutica especial acerca de mi muslo magullado. Su indicación no fue demasiado inesperada y enseguida le dijo a la enfermera, una negraza descomunal y simpática, que me lavara la lesioncita con un antiséptico y me aplicara un poco de ungüento antibiótico. También me recetó un antibiótico.

Precio de la consulta: un dólar. Precio del ungüento y la clindamicina para siete días: cinco dólares y fracción. La clindamicina me la despacharon según la receta, en sus blísteres pero por unidades; o sea, que no viene en una caja como en España sino en unidades, un poco (pero no del todo) a la usanza gringa.

Por cierto, que aún no me la tomé. No sean malitos, aguárdenme que voy a tomarme la primera cápsula.



Ya; gracias, disculpen.

El hospital de Bocas es un lugar razonable, al menos lo poco que vi. Tiene un aire de dispensario anticuadillo, pero se ven elementos de orden y organización interesantes y algunos aspectos de promoción de la salud que no lo son menos. Por ejemplo, tienen unos hermosos paneles sobre el uso racional de los antibióticos y también recuerdo uno sobre el uso de anticonceptivos. La información de estos paneles es clara, aunque me pregunto si está expresada con palabras sencillas. En ese aspecto creo que es un poco mejorable, pero, ¡eh!, que yo recién llegué y no tengo mayores elementos de juicio para valorar el vocabulario local, así que ellos seguro que tienen más razón. Me llamó una vez más la atención la pulcritud de todo lo escrito. ¡Hasta le ponen casi siempre las tildes a las mayúsculas!

Cuando se comparan las distintas variantes del español se suele hacer más hincapié en lo que nos separa que en lo que nos une. Leyendo esos paneles, que estaban redactados en un español culto, me asombraba lo inmensamente próximo que era el lenguaje al de España. Quizá yo ya esté un poco entre dos aguas en este tema, pero creo que ni un solo español tendría el más mínimo problema para entender lo que allí se decía. En suma, el chucho me empujó hoy a constatar lo que se puede comprobar también al abrir cualquier diario latinoamericano o hablar (si no median jergas) con cualquier persona que hable español: que nos entendemos sin fisuras.

O casi. Si el perro me mordió supongo que sería por hambre. A qué negarlo, mis muslos son deliciosos, o al menos en eso insistían tercas mis abuelas y defienden mis amantes. Esto del hambre me llevó a recordar el concepto de comida y, ay, ahí se pincha en hueso. Como de comidas se trata, se debe decir sin empacho: con las comidas no hay quien se aclare. Veamos.

El desayuno. Aquí creo que todo el mundo está de acuerdo: el desayuno es la primera comida del día y todo el mundo lo llama desayuno. Varía el estilo (más abundante o menos), pero nada más. ¡Olé!

La comida. Aquí empezamos con problemas: Los únicos que al parecer llamamos comida a la comida del mediodía somos los españoles y los mexicanos. El resto del personal la llama principalmente almuerzo. En España, almuerzo ya empieza a dar problemas, porque se usa como variante de comida pero también se usa (al igual que en México, según entiendo) para referirse a una colación liviana que se hace justo al mediodía. En mi pueblo manchego, los albañiles se comen su almuerzo a eso de las 11 o 12, cuando ya llevan cerca de tres horas trabajando y aún les quedan un par para la hora de la comida. Silencio en los tendidos.

La cena. Aquí ya es la repanocha. Resulta que una muy importante cantidad de latinoamericanos le llaman comida a lo que nosotros llamamos cena. Si te invitan a comer, es que te invitan a cenar, así que no te presentes a mediodía que harás el primo. Le pregunté a unos ecuatorianos y allá la cosa se complica, porque al parecer a la comida/cena le dicen merienda, lo que para los españoles es una colación a media tarde, entre la comida y la cena, es decir, el almuerzo y la comida. Ya me he hecho un poco de lío. Ayer aproveché que tenía unos chilenos al lado en un restaurante para preguntarles, y me dijeron que allá también es comida pero que cena se entiende perfectamente (queda un poco más "subidito" pero se entiende sin problemas). Pitos.

En fin, es evidente que también tenemos nuestras cosillas léxicas entre unas variantes y otras (incluso en un mismo país) y que hace falta, como entre cualesquiera dos personas que conversan, cierta flexibilidad y paciencia para hacerse entender.

Y todo este rollo por un pinche chucho hijoeputa a quien ni siquiera puedo desearle mala salud porque, como la tenga, yo también corro peligro de enfermar de lo mismo. Ni modo.

En cayo Carenero, el día de san Pedro Crisólogo (obispo y doctor de la Iglesia), por la tarde.

Mus

12 Comments:

Blogger Rara Avis manifestó al respecto que...

jejejejeje

¡Que humor tienes niño!

me ha encantado...

besitos !!!

30/7/08 5:00 p.m.  
Anonymous Anónimo manifestó al respecto que...

Y a todo esto, andan los angloparlantes inventándose el brunch, y más recientemente el drunch.

Pobrecicos...


Curiosísima

30/7/08 5:37 p.m.  
Blogger Mus manifestó al respecto que...

Y el Crunch, que te lo venden en cualquier lado. :p

Ahora que lo pienso, ¿cómo le dirían los ecuatorianos a la merienda cena? Cuando yo era niño y mis mayores querían tener la noche para ellos, nos engatusaban con eso de la "merienda-cena", monumental evento celebrado a eso de las 7 de la tarde en el cual nos atiborrábamos de tortillas de papas y otras golosinas, y así ya no les dábamos el coñazo más por el día.

30/7/08 5:53 p.m.  
Blogger Snowhite manifestó al respecto que...

¿Se supone que no hay rabia (me refiero a la enfermedad) en esta parte del mundo?

Snowhite

31/7/08 4:57 a.m.  
Blogger Benjuí manifestó al respecto que...

Por favor: publica la receta del ceviche de pulpo, o sebiche, o como quieras llamarlo.
Yo lo hago a la española, con gambas y almejas, y el personal suele repetir.
Me encanta el cilantro, (o culantro, o coriandro), que tan poco se usa en la cocina de la Península (No así en Canarias: el mojo verde no sería mojo verde sin esa bendita hierba).

Anda, sé bueno...

31/7/08 6:06 a.m.  
Blogger Mus manifestó al respecto que...

Supongo que o no la hay o el médico no vio la lesión como para nada de eso, porque ya digo que ni me indicó la antitetánica siquiera. :) Si vuelvo a España echando espumarajos por la boca, pues no se me arrimen.

Pondré la receta del ceviche de pulpo a la Mus, porque la receta del ceviche de pulpo fetén no tengo ni idea de cómo es. Además creo que tendrá que ser sin cilantro (aquí le dicen culantro, sí) porque no recuerdo haberlo visto en las tiendas :s

31/7/08 10:10 a.m.  
Blogger YO manifestó al respecto que...

A partir de ahora vigila las noches de luna llena. Igual era un lobo disfrazado de perro manso.

31/7/08 12:15 p.m.  
Blogger Mus manifestó al respecto que...

Calla, calla, con lo supersticioso que yo soy... :D

31/7/08 12:28 p.m.  
Blogger YO manifestó al respecto que...

Este blog ha sido eliminado por un administrador de blog.

31/7/08 12:50 p.m.  
Blogger Mus manifestó al respecto que...

Por supuesto no es censura haberlo quitado, pero pensé que tu petición era irrelevante a los comentarios de la entrada. Si prefieres que lo vuelva a poner me lo dices y lo hago en un periquete. :)

31/7/08 1:00 p.m.  
Blogger Yolanda Sánchez Yagüe manifestó al respecto que...

Siento que hayas tenido ese percance y supongo que con los antibióticos será suficiente prevención.

Muy sabrosona la canción que has puesto ¿es algo así como la canción del verano allá?.

En mi próxima vida quiero ser una negra del Caribe y tener un generoso culo de cinco letras para bailar con mucho meneíto ¿sabes tú a que santo o santa hay que pedirle esa merced?.

Besos.

31/7/08 1:15 p.m.  
Blogger YO manifestó al respecto que...

No, no hace falta.
Eres un cielo.

31/7/08 3:12 p.m.  

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