La miembra
Hoy hablaré sobre actualidad. Una ministra española ha dicho miembra.
Yo voy con la ministra, del mismo modo que voy con las juezas, las médicas, las presidentas, las cancilleras y la biblia en verso si hace falta. A ver si ahora vamos a ponernos tiquismiquis con este tipo de femeninos que, otrora inusuales, hoy son de uso común. Vamos, menuda majadería. Del mismo modo aceptamos modisto sin horripilarnos y aceptaríamos ebanisto si nos conviniera, e incluso feministo si sintiéramos que lo necesitamos.
También voy, como es natural, con las jueces, médicos, presidentes y cancilleres que prefieren así denominarse. Nuestro idioma soporta estas dualidades o vacilaciones (y más) divinamente, y ya con el tiempo se verá si el uso de esos femeninos novedosos se asienta o no. Yo apuesto a que así será si la ministra y otras personas de importancia no cejan en este empeño, que me parece más productivo que nocivo. ¡Aúpa, ministra!
Todos los que critican estas cosas y las tachan de feminismo torpe parecen no querer mirar atrás y recordar las burlas que soportaban las mujeres cuando pedían cosas que hoy se nos antojan de lo más sensato, como el voto o el trabajo independiente. La burla, con argumento gramatical y todo, que se desee hacer de miembra es de ese mismo tenor, con el agravante de que los técnicos saben perfectamente, pero lo olvidan cuando les conviene, que el lenguaje carece de reglas absolutas en las que apoyarse para negar la existencia a una palabra así.
En lo que no apoyo a la ministra es en el error de darle a la RAE justo lo que no se merece, es decir, en proponer que la RAE admita miembra en su diccionario como si con ello fuera más autorizado el uso de esa palabra. Miembra tiene algún uso que he podido constatar, pero aún es probablemente escaso como para meterlo en el diccionario y, de todos modos, ¿cuántas palabras no habrá en el mundo hispano que no están en el DRAE? A mí primero que me pongan limpia, y luego ya veremos.
En cuanto a lo del académico que da el contrapunto filológico a la ministra, cada vez que abre la boca para poner sus opiniones políticas en nombre de la ciencia y la gramática, me viene a la memoria una de las frases más célebres de Einstein.
En Madrid, el día de san Juan Dominici (cardenal), por la tarde.
Mus
Yo voy con la ministra, del mismo modo que voy con las juezas, las médicas, las presidentas, las cancilleras y la biblia en verso si hace falta. A ver si ahora vamos a ponernos tiquismiquis con este tipo de femeninos que, otrora inusuales, hoy son de uso común. Vamos, menuda majadería. Del mismo modo aceptamos modisto sin horripilarnos y aceptaríamos ebanisto si nos conviniera, e incluso feministo si sintiéramos que lo necesitamos.
También voy, como es natural, con las jueces, médicos, presidentes y cancilleres que prefieren así denominarse. Nuestro idioma soporta estas dualidades o vacilaciones (y más) divinamente, y ya con el tiempo se verá si el uso de esos femeninos novedosos se asienta o no. Yo apuesto a que así será si la ministra y otras personas de importancia no cejan en este empeño, que me parece más productivo que nocivo. ¡Aúpa, ministra!
Todos los que critican estas cosas y las tachan de feminismo torpe parecen no querer mirar atrás y recordar las burlas que soportaban las mujeres cuando pedían cosas que hoy se nos antojan de lo más sensato, como el voto o el trabajo independiente. La burla, con argumento gramatical y todo, que se desee hacer de miembra es de ese mismo tenor, con el agravante de que los técnicos saben perfectamente, pero lo olvidan cuando les conviene, que el lenguaje carece de reglas absolutas en las que apoyarse para negar la existencia a una palabra así.
En lo que no apoyo a la ministra es en el error de darle a la RAE justo lo que no se merece, es decir, en proponer que la RAE admita miembra en su diccionario como si con ello fuera más autorizado el uso de esa palabra. Miembra tiene algún uso que he podido constatar, pero aún es probablemente escaso como para meterlo en el diccionario y, de todos modos, ¿cuántas palabras no habrá en el mundo hispano que no están en el DRAE? A mí primero que me pongan limpia, y luego ya veremos.
En cuanto a lo del académico que da el contrapunto filológico a la ministra, cada vez que abre la boca para poner sus opiniones políticas en nombre de la ciencia y la gramática, me viene a la memoria una de las frases más célebres de Einstein.
En Madrid, el día de san Juan Dominici (cardenal), por la tarde.
Mus
17 Comments:
Hombrepordios!!
Comparar la necesidad del derecho al voto y al trabajo con la actitud cargante de políticos y políticas que parece que dicen mucho más de lo que dicen nombrando miembros y miembras, son ganas de comparar...
Otro(a) coso(a) seria(o) que la última palabra cambiase el significado de lo que dicen. Pero si no es asi(n), no conduce a nado(a) y son ganas de marear la perdiz.
Besos
A mí la comparación me sigue pareciendo pertinente. Yo no entro ni salgo en la reclamación típica de aumentar la presencia femenina a través de femeninos. Algunas opciones me parecen razonables y otras no tanto. Otras me parecen simplemente impracticables.
Sin embargo, creo que hace cien o doscientos años, la posibilidad de que las mujeres tuvieran voz y voto sonaba tan a chino mandarín, absurdo, antisocial y lo que se quiera, incluso para las propias mujeres en general, como chistoso nos suena hoy esto de miembra. La analogía me parece más que pertinente aunque es obvio que hay distancias.
Pero es que no es solo eso. Es que sabemos, de sobra, que hartos antecedentes de aparición de femeninos (y masculinos) "impropios" hay en nuestra lengua como para ponerse abundantes con este tema y mencionar a la gramática y tal.
Al andar se hace camino y al hablar se hace gramática. :)
Bueno, no me quiero poner pesadita pero es que, efectivamente lo de esta ministra de Igualdad, sólo suena a chistoso, mientras que la lucha de aquellas sufragistas encarceladas y embuchadas para no morir de hambre por huelgas voluntarias no debía ser muy gracioso. Y distan, distan mucho.
Pero vaya, que si a ti te parece pertinente la analogía, pues sigamos comparando :)
a mi me parece estúpido... el feminismo era lo de la igualdad de sexos no intentar ser más e imponer el tuyo propio no???
esto me parece ser más papista que el papa... también gabo aboga por el lenguaje escrito tal cual se habla... y chico no lo acabo yo de ver...
A ver:
Yo me reservo mi opinión sobre el hecho en sí, sobre la intención de las personas que usan estas estrategias. Hablo de la palabra miembra.
Decir miembra no implica imponer tu sexo sobre otro, sino darle visibilidad (que se consiga o no, es otro tema, pero esa es la intención).
Insisto: hasta hace apenas unos años no existían, por motivos idénticos a este, palabras como jueza, modista o presidenta. Si vas al diccionario, verás que tanto juez como modista y presidente tienen una marca que dice "nombre común en cuanto a género", lo que significa que se decía "el/la presidente", "el/la modista" y "el/la juez". A pesar de ello, en el DRAE ya aparecen entradas específicas para jueza, modisto y presidenta.
También se decía "la miembro", y por el momento se sigue diciendo mayoritariamente así; pero si alguien quiere animarse con miembra, a ver con qué cara se le dice que no diga estupideces teniendo en cuenta que decimos sin sorprendernos jueza, modista o presidenta.
Luego que cada cual piense que son estupideces las cosas que más le gusten, pero antes de hacerlo quizá convenga que mire en su interior a ver cómo habla, no sea que esté escupiendo contra el viento y le estén dando sus propios gargajos en pleno rostro.
Corrección:
Donde dice "...teniendo en cuenta que decimos sin sorprendernos jueza, modista o presidenta"
Debe decir:
"...teniendo en cuenta que decimos sin sorprendernos jueza, modisto o presidenta."
pues nada...para llamar la atención se hacen tantas cosas... y algunas tannnnnnnn innecesarias... pero como para todo, cada cual que haga lo que quiera, mientras respeten y consigan hacerse respetar (si es que un ministerio de igualdad puede llegar a hacerse respetable además de dar risa)para gustos colores
y dicho esto voy a apuntarme a un logopeda, leerme un diccionario y comprarme unos cuadernos rubio para mejorar, aparte de mi forma de hablar, mi caligrafía, que da asco... ale, a pasar buen día.
Pues yo tengo la solución, que acabe todo en i, y se acabó.
(lo dijo chuli en pleno estado de ilipollé absoluta y mientras estornuda como una loca)
Atchiss, que no e lo mismo que atchos ni atchas...
Besin guapentoncín....
;-)
Yo creo que Bibiana Aído es IDIOTA.
XD
Mks.
Digo yo que la gente se queja mucho del empobrecimiento del idioma, de que los jóvenes tienen un vocabulario muy reducido, que se está perdiendo el uso de muchas palabras y bla, bla, bla. Va una persona e inventa una palabra nueva, lo cual debería ser recibido con regocijo (por aquello de paliar el bajísimo índice de natalidad palabril) pero no, la gente sigue quejándose (mucho).
No hay quien nos entienda ¡pardiez!.
Interesante bitácora, Mus... con tu permiso, me gustaría hacerme miembra.
P.D: las gambas estaban muy ricas... los españoles somos un rato guarros cuando comemos gambas... los puntos suspensivos molan mucho.
P.D(2): se me ocurre una respuesta para las preguntas metafísicas: "the answer, my friend, is blowin' in the wind" :-P
Besos.
Hola, Yolanda.
No sé si semos guarros, lo que sé es que en el bar de hoy no había dónde tirar las cáscaras.
Ya que citas a Dylan, lo citaré yo también para que esto tan importante no me se olvide:
Come mothers and fathers
Throughout the land
And don't criticize
What you can't understand
Your sons and your daughters
Are beyond your command
Your old road is
Rapidly agin'.
Please get out of the new one
If you can't lend your hand
For the times they are a-changin'.
Y así ha de ser.
Yo para los puntos suspensivos tengo una visión economicista que se resumen en: para qué gastar dos puntos de tinta cuando con un punto dices todo lo que hay que decir. ;)
Ya que hemos hablado de miembra, otro día hablaremos de membresía. :)
Y si lo dice la ministra, pues nada... ahora "fistro" tiene que ser un anglicismo.
Y lo que ella quiera...
Saludos.
Hola, manqueospese.
La ministra no dijo que fistro fuera una anglicismo (aunque sí erró al decir que figuraba en el DRAE). Es curioso que se machaque a la persona por lo que dijo con base en cosas que no dijo, y debiera hacernos pensar.
Sus palabras exactas las tienes aquí http://www.youtube.com/watch?v=WF5xBi2mG5w
y, en lo esencial, tiene razón.
En los diccionarios entra lo que se usa, no lo que está bien, por un sencillo motivo: ninguna palabra, ninguna, es mejor o peor. Se trata de un simple código y si el número de usuarios de un código determinado reconoce el código, es posible comunicarse y la palabra es válida.
"Miembra" no puede entrar porque por el momento carece de uso, pero si el deseo de la ministra llega a extenderse (y en mi opinión, así será aunque tarde un poco), veremos la palabra en el diccionario dentro de un tiempo, y será perfectamente válida.
Lo demás es confundir al personal. Este caso está tan rodeado de ejemplos similares que resulta increíble que no se den cuenta los que usan la gramática como arma. Por ejemplo, hasta hace poco, era tan "agramatical" decir "la miembro" como lo pueda ser decir ahora "miembra". "Miembro" era siempre "el miembro", aunque se tratara de una mujer. Hizo falta que alguien considerara que convenía una distinción de género para que lo aplicara con el artículo.
Hoy es el día en que alguien desea dar un paso más y decir "miembra" y a todo el mundo se le caen los palos del sombrajo. Pues no, no hay motivo alguno para ello. Así es como cambian los lenguajes, y lo hacen de continuo.
El motivo para no estar de acuerdo con estas cosas no es gramatical, creéme, sino de concepción politicosocial. "Miembra" no es un imposible gramatical.
Mus... que me digas que dicha palabra por su uso cotidiano por una comunidad parlante, pase del escalón de la incorrección gramatical dictada por la sincronía linguística, a su uso en el lenguaje, desde el punto de visto diacrónico, pues te lo admito.
Pero que me quieras convencer de que una señora, que lleva cuatro días en un cargo, cometa un error gramatical y en lugar de reconocerlo, quiera hacer que dicha palabra sea reconocida por la RAE y encima acuse a sus miembros de ser machistas porque no le gustan como suenan ciertas palabras, por el simple hecho de que acaben en "o", pues va un abismo.
Saludos.
P.D.- Por cierto, imposibles gramaticales no hay ninguno, mientras una comunidad parlante la use. De hecho el castellano procede de un latín vulgar y aquí estamos... intentando defenderlo.
Yo lo que te quise es apuntar el error en el que estabas al repetir lo que algunos medios, manipulando torticeramente los hechos, han hecho creer a muchos españoles: que la ministra dijo lo que no dijo.
Por lo demás, me limito a dar argumentos: modisto, arquitecta, testigo, y mil. Si tú me puedes dar argumentos, los estudiaremos.
La ministra se dio cuenta de inmediato (y sonrió a los dos segundos) de que lo que había dicho era poco común en España. Dijo que lo había visto usar en Centroamérica (y me entretuve en ver que, efectivamente, se pueden ver concordancias en Google, aparte de algunas en el Corpus del Español Actual), así que no veo qué tiene de mala la cosa ni a santo de qué viene tanta alharaca.
Sí denosté su interés por que figurara en el DRAE, pero por la sencilla razón de que lo que reconozca la RAE me la trae al pairo. Yo me niego a reconocer que lo que la RAE incluye en su diccionario es lo único que existe, ni incluso que lo que la RAE incluya en su diccionario esté bien descrito o sea buena idea.
En mi opinión, la RAE es machista mientras no se demuestre lo contrario. Ellos se empeñan en decir que no, que eso era antes pero ya no, pero lo cierto es que su trayectoria, incluso reciente, habla en otro sentido, y hasta que no enmienden con hechos abundantes el desprecio que hicieron con María Moliner, esto de su machismo institucional los perseguirá toda la vida; en cualquier caso, en esta bitácora yo quería hablar de miembra, no de las apreciaciones de la ministra acerca de la RAE.
Lo del cargo de esta señora es irrelevante, porque su cargo no le da ni más ni menos derecho a usar lo que le venga en gana; se limita a dar visibilidad a lo que dice, eso es todo. Yo lo que no puedo aceptar es que vengamos a rasgarnos vestiduras tontas con estos temas y que un par de tipos de la RAE (y de la oposición, y de otros muchos lares) que con lo que no comulgan es con el concepto feminista (o con la existencia de ese ministerio o con lo que a ellos les parezca mejor no comulgar) y usen la gramática para sostener lo que es insostenible.
Para que una palabra pase de un uso individual a un uso cotidiano hace falta tiempo. No se le puede exigir a ninguna palabra que demuestre su uso así, de golpe.
NO es un asunto de que "miembro" acaba en o. Esto es insostenible. "Presidente" acaba en "e" y también ha sufrido la transformación a presidente/presidenta, transformación a mi ver idéntica a la que vemos acá. Se trata de algo tan sencillo como marcar género, algo que es consustancial al español. Hasta hace poco, era exclusivamente el presidente y el miembro (aunque se tratara de individuos femeninos). Luego se inventaron lo supuestamente agramatical (el uso del artículo) y cuajó porque era de cajón que es útil marcar un género: aporta información. Bueno, pues esto es un paso más de marca de género, ¿por qué iba a ser mala idea?
Yo tengo muchas dudas sobre la idoneidad de la estrategia de repetir masculinos y femeninos sin parar, pero eso no le resta un ápice al interés de la existencia de "miembra".
Y perdona por el rollo.
Erré en el comentario, poniendo en boca de la ministra que fistro era un anglicismo. Pero si lo digo yo, ¿porque no me defiendes a mí para que lo sea y sí que miembra sea admitido por la RAE? De hecho, podíamos preguntarle a Chiquito de la Calzada, de donde se lo sacó.
Pero vamos a ver… que la ministra, en el afán de indicar todo con el masculino y el femenino, lo que hizo fue equivocarse… y en lugar de reconocerlo, si hace falta consultamos el Google para darle la razón de que en un recóndito pueblo de Centroamérica una vez una pareja, le dijo ella a él. “¿Porqué no me llamas miembra?”... Mira, si quieres decimos todos que sí, pero la ministra, por favor que no diga que se ha equivocado, que lo mismo pasa algo…
Lo de que el cargo de la señora es irrelevante… creo que no es cierto. Precisamente, por su relevancia es por lo que tú y yo, estamos escribiendo aquí de esto. De hecho el otro día la portera de mi piso dijo miembra también y nadie hablo de ello, ni siquiera en el bloque.
Dices que no te importa lo que reconozca la RAE. No te voy a negar que el habla va por delante de los académicos, pero quizás si la cosa siga así dentro de unos años, seguramente vendrán definiciones sobre las iniciales que se usan hoy en día para enviarse mensajes por el móvil, la ortografía pasará a ser un estorbo, bajo el “total que más da con “h” o sin “h”, si no suena”, y todo será una adaptación a lo que se quiera. Lamentable que un país no quiera o no sepa hablar y escribir correctamente en su idioma.
Tienes razón en que habrá gente que use dichos errores para ir en contra de este Ministerio. No te voy a negar que hoy en día todo está politizado. (Ya pongo el adversativo). Pero, tampoco me podrás negar que es en los dos sentidos. Y te puedo asegurar que tan malo es el machismo como el feminismo. Y que yo sepa el Ministerio se llama de igualdad.
Creo al igual que tú, que no es cuestión de que acabe en “o”, pero quizás sea tan sencillo como que hasta hace poco no había presidentas. Cuando iba a clase existía la figura del delegado… no había mayor problema en que si el cargo recaía sobre una chica se le llamara delegada. Lo que no entiendo es que una palabra que sea neutra, como miembro, cuyo género es neutro, que en español también existe, venga precisado por el determinante que le antecede “la miembro””el miembro” para indicar si es un hombre o una mujer, o como con “boa” o “murciélago”, determinar el macho o la hembra de una especie. Pero bueno… que si no se puede usar el neutro a partir de ahora… pues nada… todo femenino. Si con eso se consigue que la mujer avance en oportunidades, le paguen el mismo sueldo por el mismo trabajo que a un hombre, puedan tener hijos mientras desarrollan su vida laboral como un hombre, y acceden a los mismos cargos dados a dedo como un hombre… bienvenido sea el nuevo lenguaje y la nueva académica Bibiana Aído.
Y ahora el que pido perdón por el rollo… soy yo.
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