Un taburete
No sé de dónde viene esta distinguida palabra. Parece un diminutivo simpático, pero a primer ojo no veo cuál es su raíz porque no sé que existan tabures o taburos. En fin, otro día lo investigo.
Ando de taxista de mis dos tías, respectivas esposa y hermana del enfem·mo, llevándolas y trayéndolas de Royal City. Como quiera que el taxi es un vetusto todoterreno de marca japonesa y las dos damas ya tienen las coyunturas en estado subóptimo, les suponía intenso esfuerzo lo de subirse y bajarse del vehículo.
Hoy, al pasar por ellas para el viaje diario, he entrado en el chino que hay en su bloque de pisos y, en español porque en realidad este chino no está regentado por chinos y de todos modos no sé chino, he pedido con toda mi amabilidad el consejo del buen hombre que al frente del negocio se hallaba.
"Vaya al fondo del pasillo y a la derecha hay unos taburetes" —me asegura. Y allá que voy yo en busca del taburete y de allá que me regreso con las manos vacías, sensación de idiota y semblante suplicador que el encargado, un lince, interpreta en el sentido correcto.
"Espera, que te lo busco en un periquete" —me tranquiliza. Yo me tranquilizo y él cumple su palabra y me saca un taburete (a dos euros) y yo le pido que me lo deje probar, a ver si les va bien a las damas y él se presta sin dudarlo a esta transacción comercial incompleta.
Voy al automóvil, abro la puerta, pongo el taburete bajo la repisa y mi tía, la monja, me dice que muchas gracias, que qué amable y qué buen chico soy, me agarra las mejillas y me planta un sonoro y manchego beso y se sube sin mayor problema, seguida de la otra tía, la que no es monja pero sí esposa, que también se sube en un brinco intermediado.
Vuelvo y pago el taburete más otro de estrambote para el vehículo de la hija de mi tía (hija que curiosamente coincide en ser mi prima), lo que alboroza a mi tía que ve cómo sus dificultades para subir a los diversos automóviles podrían ir aliviándose.
Ya dentro y en camino, las dos afirman sin dudarlo que qué caballeroso, que menuda suerte va a tener la chica que se case conmigo... y acto seguido, sin que haga falta que yo abra la boca siquiera, ellas mismas sonríen ante su humorada y mencionan algo que no queda registrado pero que alumbra a las claras su certeza de que tal cosa (cestadir, mi posible matrimoño) es una entelequia. Luego se ponen a cotorrear y a sonsacarme, que es la labor de toda tía rural que se precie. Para darles tarea y estimular su ingenio, respondo con monosílabos y frases triviales, que es la labor de todo sobrino rural que se precie.
Educadas que las tengo, a mis dos tías; y cómodas, con su taburete. Hoy además he aprendido que con un taburete puedes conseguir un beso, así que me pregunto si comprando media docena podría conseguir algo más... No de mis tías, claro, pero bueno, ya se entiende. Hoy al regresar iré meditando sobre las posibilidades de comprar algo más en el chino para conseguir llevar a efecto lo de la orgía. He pensado en unas macetas de plástico y unos paquetes de gomas para el pelo, pero tengo que madurarlo porque esto requiere claramente una planificación minuciosa.
En Ciudad Real, el día de san Matías (apóstol), por la tarde.
Mus
Ando de taxista de mis dos tías, respectivas esposa y hermana del enfem·mo, llevándolas y trayéndolas de Royal City. Como quiera que el taxi es un vetusto todoterreno de marca japonesa y las dos damas ya tienen las coyunturas en estado subóptimo, les suponía intenso esfuerzo lo de subirse y bajarse del vehículo.
Hoy, al pasar por ellas para el viaje diario, he entrado en el chino que hay en su bloque de pisos y, en español porque en realidad este chino no está regentado por chinos y de todos modos no sé chino, he pedido con toda mi amabilidad el consejo del buen hombre que al frente del negocio se hallaba.
"Vaya al fondo del pasillo y a la derecha hay unos taburetes" —me asegura. Y allá que voy yo en busca del taburete y de allá que me regreso con las manos vacías, sensación de idiota y semblante suplicador que el encargado, un lince, interpreta en el sentido correcto.
"Espera, que te lo busco en un periquete" —me tranquiliza. Yo me tranquilizo y él cumple su palabra y me saca un taburete (a dos euros) y yo le pido que me lo deje probar, a ver si les va bien a las damas y él se presta sin dudarlo a esta transacción comercial incompleta.
Voy al automóvil, abro la puerta, pongo el taburete bajo la repisa y mi tía, la monja, me dice que muchas gracias, que qué amable y qué buen chico soy, me agarra las mejillas y me planta un sonoro y manchego beso y se sube sin mayor problema, seguida de la otra tía, la que no es monja pero sí esposa, que también se sube en un brinco intermediado.
Vuelvo y pago el taburete más otro de estrambote para el vehículo de la hija de mi tía (hija que curiosamente coincide en ser mi prima), lo que alboroza a mi tía que ve cómo sus dificultades para subir a los diversos automóviles podrían ir aliviándose.
Ya dentro y en camino, las dos afirman sin dudarlo que qué caballeroso, que menuda suerte va a tener la chica que se case conmigo... y acto seguido, sin que haga falta que yo abra la boca siquiera, ellas mismas sonríen ante su humorada y mencionan algo que no queda registrado pero que alumbra a las claras su certeza de que tal cosa (cestadir, mi posible matrimoño) es una entelequia. Luego se ponen a cotorrear y a sonsacarme, que es la labor de toda tía rural que se precie. Para darles tarea y estimular su ingenio, respondo con monosílabos y frases triviales, que es la labor de todo sobrino rural que se precie.
Educadas que las tengo, a mis dos tías; y cómodas, con su taburete. Hoy además he aprendido que con un taburete puedes conseguir un beso, así que me pregunto si comprando media docena podría conseguir algo más... No de mis tías, claro, pero bueno, ya se entiende. Hoy al regresar iré meditando sobre las posibilidades de comprar algo más en el chino para conseguir llevar a efecto lo de la orgía. He pensado en unas macetas de plástico y unos paquetes de gomas para el pelo, pero tengo que madurarlo porque esto requiere claramente una planificación minuciosa.
En Ciudad Real, el día de san Matías (apóstol), por la tarde.
Mus
12 Comments:
Querido mus si vas a los chinos a comprar cositas para cambiarlas por besos de chicas yo te aconsejaría mejor que te decantaras por los ganchitos del pelo de Hello Kitty los pinta uñas con purpurina o las libretitas de colores con olor con dibujos de niñas japonesas con coletas...cualquier niña (de mi generación al menos) te daría besitos a cambio...jajajaja.
Un beso (sin necesidad de trueque)
Noelia
PD.Pero si de verdad, de verdad quieres hacer ese tipo de trueques y las chicas son chicas de verdad, mejor deja los chinos, creo que les gusta más Zara eh!! jajajajajaj
Mejor almohadillas cervicales hinchables, XD
Mks.
Libretitas de colores con olor????..... niñas japonesas con coletas???....
Mus, puestos a intercambiar ... prueba con tu sentido del humor, o con tu ironía, seguro que recibirás algo más interesante a cambio, y con suerte, de alguien que ya haya cumplido los 18....
jajajja..ni que pintado su post Sr Mus...Tu ofreciendo lo que yo ando buscando..
emmmm...NO, no me refiero a la orgia
;-) Beshitos wapeton
Anónimo, hijo mio! ¿ha oído usted hablar del sentido del humor y la ironía?....Pues eso.
Hija mía, si no le importa... y sí, he oído, sobre todo de la ironía, y encima la práctico....
Pero vamos, sin resquemores... que no seré yo la que defenestre a kitty..... líbreme Dios....
¡Qué buen relato! me has recordado un librillo que he leído hace poco. Sobre todo, la última frase.
¿Y por qué no coges en volandas a tus tías para bajarlas del coche?
Seguro que con ese gesto pasabas a ser capitán-general de los caballeros andantes y todoterrenantes (y te ganabas más besos), que eso a las tías -de género y parentesco- nos emocionabuchooo.
Besos
Here life is beautiful
The girls are beautiful
Even the orchestra is beautiful
Cabaret, B. Fosse, 1972
Ánimo, lectores y lectrices, que la vida es penar; esto de la bitácora es mera risa.
Curiosísima, gracias. Confesaré: no puedo cargar a mis tías por mi enclenquez y canijismo extremos. :)
Cachisss
defenestre viene del verbo defesnefrar?
dion...e que estos momentillossss
;-p
Po no. Defenesfrar más parece el nombre de un faraón que un verbo decente. :D
jo,y yo que pensaba que era algún verbo con ganas de tomar pinchos...cashis lamá
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