11 mayo 2008

Labilidad

Conforme pasan los años, me descubro más lábil cada día en el plano emocional. Vamos, que lloro más.

Siempre he sido bastante llorón con las películas, pero rara vez rompía a llorar del todo. Esto solo me sucedió cuando vi La lista de Schindler y se repitió cuando vi Una mente maravillosa. También, hace poco me emocioné de modo inesperado viendo Ratatouille en un avión, y eso que ya la había visto antes. Quién sabrá qué cosa me dio, porque tampoco se puede decir que esa película de caricaturas sea precisamente lacrimógena. El resto de mis lloros fílmicos, frecuentes, se limitan al lagrimeo que no rompe, o si acaso a alguna lágrima furtiva pero sin hipos ni sollozos.

Todo esto viene a cuento de que me ha emocionado inmensamente esta historia, sobre todo las afirmaciones de algunos protagonistas que dicen tener a Barcelona como su paraíso perdido y que tuvieron que aguantar ser arrancados de su entorno tres veces en tan poco tiempo: de sus padres, de su orfanatorio y de su lugar de acogida en Barcelona, y para perder, casi siempre por toda la eternidad, partes vitales de sí mismos.

El relato emotivo sobre estas personas pone término a una semana llena de un sinfín de sentimientos intestinales que me invadieron durante la visita a Normandía. Estuve visitando la playa de Omaha, una de las cinco playas (Utah, Omaha, Gold, Juno y Sword, de Oeste a Este) donde los aliados desembarcaron el 6 de junio de 1944 en la operación Overlord.

Omaha es un playazo normando típico, una inmensidad de seis kilómetros de arena con una anchura eterna que se acrecienta con las mareas, que pueden llegar a ser muy vivas. Sobre la playa hay un promontorio continuo (donde los alemanes tenían búnqueres cada 250 metros) y en el extremo occidental un pequeño farallón rocoso.


Al menos en los primeros instantes del desembarco, aquello debió de ser algo muy parecido a un pinpapún de feria. En Omaha murieron unos mil hombres del ejército estadounidense en apenas unas horas (quién sabe cuántos heridos y desaparecidos), y muchos de ellos están enterrados allí, en el célebre panteón, que impresiona.


Esto que leí me obligó a restregarme los ojos para que las lágrimas no me impidieran disfrutar del cálido sol normando, que allí andaba aunque de vez en cuando se escondía tímido entre la niebla.

(Aquí yace con honor un compañero de armas cuya identidad solo Dios la conoce)

He de decir que me fascinó el inmenso respeto que destila ese cementerio. Los Estados Unidos ponen gran cuidado en honrar a sus caídos, y eso se me antoja muy sensato se esté o no se esté de acuerdo con sus guerras.

Guerras aparte, viajar por Normandía en estas fechas es un espectáculo increíble: todo son pasturas verdérrimas, vacas charolesas y frisonas que se pasean a su antojo seguidas por sus terneros mamones, cultivos de colza de un amarillo inacabable alternados por campos de cereal de unas alturas envidiables. Y esos bosques por todas partes, ¡ay! Si tuviera que recomendar un sitio para visitar, este sería uno.

Caveat: no se arrimen a Deauville ni a su vecina Trouville. Allá hay dos casinos en los que los crupieres saben latín y en cuanto te descuidas ya no tienes los cien euros con los que entraste. ¡Qué tíos!

Aun con cien euros de menos, soy una persona muy afortunada. En estos viajes donde la desgracia infinita se aparece al mismo tiempo que las bondades de la vida, se aprende a apreciar esto de la fortuna.

En Madrid, el día de san Mayolo (abad), por la tarde.

Mus

4 Comments:

Blogger Awake at last manifestó al respecto que...

Yo no sería capaz de ir a Omaha...

:-

Mks.

11/5/08 5:23 p.m.  
Blogger Ros manifestó al respecto que...

Que bonito... el silencio allí debe ser mucho más impresionante no???

12/5/08 2:22 a.m.  
Blogger Mus manifestó al respecto que...

Desde luego es un lugar silencioso, aunque como habemos muchos turistas siempre hay quien levanta la voz. Pero vamos, si me dejan elegir entre la Almudena y eso, yo sé dónde quiero que me dejen. ;)

Awake, no te preocupes: si tú no eres capaz de ir, yo con mucho gusto te llevo. además, ahora que hay gepeses ha mejorado mucho mi sentido de la orientación.

12/5/08 3:08 a.m.  
Blogger caracol manifestó al respecto que...

la historia de los niños es muy conmovedora y para mi, también ver las fotos que tomaste de esas cruces, con esa frase.

un saludo

13/5/08 3:06 p.m.  

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