Perder la cabeza
Ni cánceres ni sidas ni pobrezas ni nada lo más duro de la vida o de la vida que llevo vivida y de la que puedo colegir es perder la cabeza hoy fui a comerme mis consabidas alitas de pollo y mi tradicional ¿cotidiana? ensalada de tomate con cebolla entré al consabido bar de la consabida calle del consabido pueblo a la consabida hora y no me hizo falta más que echarle una mirada al consabido camarero para que raudo me ofreciera sin pedirlo el consabido "media de alitas ensalada de tomate y jarra de cerveza ¿no? ante tamaño despliegue de buen hacer camareril a uno no le queda más que asentir con la cabeza maravillarse y sentarse en la consabida mesa a esperar que le sirvan el consabido condumio sin en cambio hoy hubo un toque especial porque en la mesa colindante había una persona con una computadora portátil a veces les dicen laptops y nuestros ojos se cruzaron yo la saludé con esa cortesía un punto indiferente con que se saluda a cualquier paisano ese "hola" indolente que tanto podría ser un "felicidades" como un "te acompaño en el sentimiento" ella pareció quedarse algo atónita de que alguien la saludara y cuando quise darme cuenta estábamos pegando la hebra a pesar de que yo lo único que pretendía era ser cortés rápido se hizo evidente que algo no estaba del todo bien mi interlocutriz hablaba demasiado rápido atropellando las palabras y las frases y variando de un tema a otro con singularidad una vestimenta peculiar la verborrea un leve pero notable cambio continuo del tema central de la charla un cierto delirio de grandeza que apareció con presteza alusiones a un coeficiente intelectual incomparable que de todos modos si hay que creer lo que ella misma decía 130 tampoco era tanto el gesto torcido del resto del bar sobre todo del propio camarero y su familia ante la conversación como diciéndome "ay Mus la que te ha tocado" resumiendo todo parecía indicar que me encontraba ante una esquizofrénica azares de la vida resulta que era una paranoica que me conocía y que fue capaz de dar un par de detalles muy precisos de un encuentro de antaño junto a ello un denominador común de algunas enfermedades mentales la falta de crítica es decir la negativa del enfermo mental a reconocerse tal según mi compañera de plática lo suyo era una "esofagitis eosinofílica" y ya "le habían quitado" el diagnóstico de esquizofrenia lógicamente según ella y la tal enfermedad le había hecho aumentar de 38 a 108 kilos con la consiguiente fractura de huesos por el peso excesivo aparte de su superior cociente intelectual desplegaba una personalidad egocéntrica ella era muy sociable hablaba con todo el mundo aunque para ello tuviera que "llevar a los demás" a las cotas de inteligencia propias lo que consideraba un estímulo para las personas que la rodean mucho más interesante que "rebajarse" al nivel de los otros por supuesto era escritora y pintora de inmensa excelencia artística su memoria era prodigiosa lo cual pude comprobar que es bastante cierto y en fin estaba "por encima" del nivel general y era mayormente una incomprendida y allí andaba A sentada en la mesa del bar con su computadora portátil a veces les dicen laptops porque está locamente enamorada de N el camarero y solo espera que él le diga unas palabras amables para poder irse contenta a su casa a fabular con su conquista y saborear en sus sueños un beso que nunca le rozará los labios la esquizofrenia está con nosotros y vive entre nuestros amigos y dentro de nuestras familias hoy escribo esto para brindar por A a quien nadie pela por ser lo que es sin poder evitarlo y que pasa las horas sentada hora tras hora en la mesa de un ruidoso bar español bebiendo los vientos por el muchacho que le trae la cocacola en lugar de bebérsela e irse a tomar viento.
En un pueblo de La Mancha, el día de san Fernando (rey), por la tarde.
Mus
7 Comments:
Anda hijo, reconoce que mientras escribias sudabas lagrimas de sangre.
¿Estaban buenas las alitas?...ummmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmm, me relamo de imaginarlas friticas con ajitos, y si además la visualizo con la jarrita en primer plano y las alitas haciendo un fondo pelin desefoncado....
Sin embargo a la listilla mejor no la imagino, esa pa tus brindis.
;-)
lasalitasestabanderrechupete, joercómomegustanlasalitas.
¿Andestá mi vino? Bueno, no importa, este fin de semana me largo a Burgos y compraré dos o mil cajas de RdD.
Besos.
¿Y unas morcillitas???
ñaca, ñaca
Buenas: pasabaporaquí... Y bueno, ya pofin he conseguido desrevolucionar los ojos aplicandoles el freno del dátil apropiado.
Eso de no poner comas ni puntos en las autopistas provoca este tipo de reacciones.
Interesante relato.
Pobre chica. Yo, con lo tímido que soy dificilmente le hubiera pegado hebra, pero...Eso es otra historia que deberá ser contada en otra ocasión.
Un saludo.
Hola, Burnout, bienvenido. Yo te pago el gelocatín. Podría haber sido peor: ¡podría no haber puesto comillas! :)
Ya voy a dejar de hacer experimentos y escribiré menos cansado, pero es que esta chica me dejó esa impresión y no lo pude evitar.
A mí me gustan tus experimentos, Mus. Aprendo mucho. Ahora ya sé por qué se ponen comas y lo que pasa cuando no se ponen. Por cierto que la verificación de la palabra que me tocó es iuehuwuy.
Qué linda tu palabra de verificación, qué envidia me das...
Como sabes bien, a mucha gente un coma a tiempo les salva la vida. :) Con las comas pasa parecido.
Besos (a Tricia, sobre todo). ¿Ya me anda extrañando? Yo a ella sí; mucho.
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