La mejor
Como bien sabe mi muy estimado Don Pastrami, que no ha mucho recibió una oferta de una muy honrada empresa ardiente por otorgarle un Biz Award previo pago de algo, esto de poder decir que uno ha recibido un premio vende mucho. En los EE. UU. se desviven por acumular calificaciones de méritos de relevancia indefinida. En el vecino que deja a México al sur del río Bravo, todo está catalogado. A tal hotel lo calificaron como el tercer lugar con más encanto del estado tal; a esta cancha de golf la eligieron como la quinta más retadora de tal zona; a esotra empresaria la ciudad la homenajeó como la quinta más osada negocianta del barrio de Poniente; y etc.
Podemos congratularnos de que tal esfuerzo catalogador haya llegado a México, como bandera de la modernidad y su estimulante competitividad, para beneficio de nuestros derechos como consumidores. Y más aún podemos congratularnos de que gracias a semejante avance social podamos elegir, aunque sea con cierto grado de aproximación, indecisión o incertidumbre, a quienes nos han de adivinar... ¡nuestro futuro!
En un ejercicio maravilloso de la flexibilidad lingüística que caracteriza a estos ínclitos conciudadanos, Amira, una pitonisa de la avenida de los Insurgentes de la ciudad de México, se declara la mejor astróloga —eso sí, solo "de los últimos tiempos", humilde ella—. Creo que Amira sería una mala clienta para los Biz Awards mencionados, porque ¿quién querría pagar por un reconocimiento ajeno si puede autodefinirse como la mejor?
Confío plenamente en Amira. Basta ver su penetrante, aguda y predictora mirada para darse cuenta de inmediato que aquí hay verdad, claridad y transparencia. Además, como se puede leer sin problema, blanco sobre negro, es la mejor. De los últimos tiempos, vale, de acuerdo, ¿pero a quién le importan Zoroastro, Malaquías y los demás profetas? Uno ha de vivir en su tiempo, y en nuestro tiempo, solo hay un nombre, el de la mejor: Amira.
Y si no están de acuerdo, demuéstrenme que ella no es la mejor de los últimos tiempos. Pero no, no se molesten, ya sé qué me van a decir. Lo sé todo, porque... ¡me lo previno Amira!
En la península de Yucatán, el día de san Benito Biscop (abad), por la noche.
Mus
Podemos congratularnos de que tal esfuerzo catalogador haya llegado a México, como bandera de la modernidad y su estimulante competitividad, para beneficio de nuestros derechos como consumidores. Y más aún podemos congratularnos de que gracias a semejante avance social podamos elegir, aunque sea con cierto grado de aproximación, indecisión o incertidumbre, a quienes nos han de adivinar... ¡nuestro futuro!
En un ejercicio maravilloso de la flexibilidad lingüística que caracteriza a estos ínclitos conciudadanos, Amira, una pitonisa de la avenida de los Insurgentes de la ciudad de México, se declara la mejor astróloga —eso sí, solo "de los últimos tiempos", humilde ella—. Creo que Amira sería una mala clienta para los Biz Awards mencionados, porque ¿quién querría pagar por un reconocimiento ajeno si puede autodefinirse como la mejor?
Confío plenamente en Amira. Basta ver su penetrante, aguda y predictora mirada para darse cuenta de inmediato que aquí hay verdad, claridad y transparencia. Además, como se puede leer sin problema, blanco sobre negro, es la mejor. De los últimos tiempos, vale, de acuerdo, ¿pero a quién le importan Zoroastro, Malaquías y los demás profetas? Uno ha de vivir en su tiempo, y en nuestro tiempo, solo hay un nombre, el de la mejor: Amira.
Y si no están de acuerdo, demuéstrenme que ella no es la mejor de los últimos tiempos. Pero no, no se molesten, ya sé qué me van a decir. Lo sé todo, porque... ¡me lo previno Amira!
En la península de Yucatán, el día de san Benito Biscop (abad), por la noche.
Mus
11 Comments:
No cualquiera es tan afortunado de ser el mejor de los últimos tiempos. Y Amira ha superado al mismísimo Walter Mercado en esto, así que ¿quién dudaría de su eficacia? Porque ser la mejor de los últimos tiempos implica que no hay tiempos después, lo que a su vez implica que el fin del mundo es inminente, ¡y no cualquiera predice el fin del mundo de una manera tan apropiada y que no deja lugar a dudas!
En cambio, los ARPíos Excépticos, que no hacen más que dudar, seguramente pedirán pruebas de sus capacidades o la falta de ellas.
(qué cosa tan fea es la envidia...)
Quizá sea que los escépticos debieran ser "los mejores escépticos de los últimos tiempos", para poder estar a la par con Amira.
Por cierto, no logro discernir (sin la ayuda de Amira) qué demoños lleva Amira en la frente. No sé si es zarcillo, primordio de cuerno o tremendo moco. Esta duda me reconcome... y no tengo a Amira a mano para resolverla.
lo que tiene en la frente se llama "bindi" o "bindy" (ya ves que aquí se ve más bonito con una ygriega al final) y es como su tercer ojo (con ese ve cosas que tú, querido, no puedes ver con tus oclayos.
Por cierto que ayer en Profética, vi el libro y lo hojeé y este año económicamente va ser FABULOSO para mí. Y yo a Amira, sí que le creo...
Habérmelo preguntado. Yo ya lo sabía (lo de tu año, Nonatzin)... me lo había comentado Amira, con pelos y señales.
más de pelos y señales?...¿estará por aquí la tarantula?
Pues yo prefiero enfrentarme (entiendase Enfrentarse=aun sigo corriendo monte abajo) a una araña, que escuchar medio minuto a una desas "Amiras".
mus...mushas gracias por añadirme, snif..snif...de la emoción se man saltao dos lagrimones de felicidad que man alegrao el día
Ea....shaluditos y a cuidarse.
Lo sabía también, chuliMa, lo sabía todo: tu afición a correr monte abajo cual res despavorida que rompe el monte perseguida por rehala fiera entre disparos y aullidos de caracola; tus emociones también, y hasta tus lágrimas, en aumentativos, naturaleza y volumen.
Lo sabía todo, porque me lo dijo... ¡sigue corriendo! :)
Ah, pero yo sabía que tú sabías, y además sé que ya sabías que yo sabía que ya sabías. Y ya me empezó a doler la cabeza...
leshes...
Opción 1-Espero que te lo dijera la araña cuando fuiste a recoger la monedita.
Opción 2-Lo viste en la frente de Amira,esa me da más miedo.
Opción 3- La salsa de los frijoles,aparte de lagrimones, te ha dejao un aire clarividente...
jeje..ya te veo con el pircing en la frente..je
¿Lo sabías, Jack? ¿Cómo es posible que lo supieras, acaso conoces a Amira y te beneficias de sus servicios?
Hombre, es que yo lo único que sé es que no he cenado... hablando de eso, con tu permiso, hoy me esperan deliciosas viandas y suculentos manjares en mi casa (es decir, que no hay nada más que corn flakes con leche...)
Es que hay que joderse lo bien que viven ustedes los casados...
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