26 mayo 2009

Responsabilidades inesperadas

Hoy me topé con un problema que jamás pensé tener.

En mi casa de El Salvador hay una fuente. Voici la fontaine !


Y en la fuente habita Flufi. Voici Flufi !


Resulta que Flufi —que de habitual es tranquila y pasa las horas pensando sin duda en sus orgías quelonídicas y cavilando cómo mejor alcanzarse los genitales con las patitas para safisfacerse (y no autosatisfacerse, puesto que el reflexivo ya indica lo que se desea indicar con el prefijo auto-: no hay mayor necesidad de decir autolesionarse, autocompadecerse o autoloarse) en honor a su existencia solitaria— sacaba esta mañana la cabeza con aprensión y tenía en mis ires y venires por el corredor fija su mirada como el perro que desea que su dueño lo saque a pasear o le tire un palo o le saque el tedio de algún otro modo. Cuando esta uno aburrido, un palo suele entretener bastante. Ejem.

Me preocupó la ansiedad manifiesta del animal y le escribí a la casera para preguntar quién alimentaba a Flufi. Me respondió de inmediato que yo, y que podía darle pan o lechuga en trocitos.

Cielos, ¿y de dónde saco yo una lechuga? Lo mío son los sofritos, y para los sofritos no se usa lechuga. Haciendo de la necesidad, virtud, agarré un pan integral endurecido y probé: Flufi devoraba cuanto pan le ponía a tiro, aunque es algo obtusa y si le tiras el alimento al agua tarda bastante en encontrarlo. Después probé con trocitos de piña, de los cuales comió con poco convencimiento el primero y escupió sin miramientos el segundo y siguientes. Quisé compensar la dieta glucídica con algo de fibra fresca y probé con el tallo verde de unas cebolletas. Nada, ni tocarlo; se conoce que huele fuerte. Después probé con unos tiernos chícharos de lata: tampoco.

Así que seguí echándole pan mientras analizaba otras opciones. Decidí probar con la pulpa tierna de un coco que Samuel me había bajado por la mañana: gu’ta nena, coco; así que venga a darle coco. Comprobé que una vez probado el coco rechazaba el pan, así que el arrebato inicial por el pan debía tener más que ver con una hipoglucemia de libro que con una preferencia gastronómica. Pobre bicho.

Entre tanto, Flufi me había dado un picotazo en un dedo que me hizo salir una gotica de sangre. Semejante fiereza, junto con la certeza de que estos animales comen camarones, me hizo probar otra estrategia dietética. No iba a darle camarones, claro: primero, porque no tengo; y segundo, porque de tenerlos me los comería yo y a Flufi que le den mucho por el caparazón. Sin en cambio, estaba preparando una de mis recetas de pollo con cosas (en esta ocasión, cebolla, pimiento, piña, chícharos, coditos y salsa teriyaki) y al deshuesar el pollo me quedaban algunas hilachas de carne. Con paciencia las recorté y probé a ofrecérselas a Flufi: gu’ta nena, pollo. No le di más nada porque no tenía más carne que darle y porque me acordé de mi amigo M., que siendo niño le dio tanto pienso a un gorrino que su padre estaba engordando que al día siguiente el gorrino apareció panza arriba, reventado.

Ya sé lo que comes, Flufi, aunque haya sido a base de una torpe estrategia de ensayo y error. Aguántame un poco, que conmigo vas a comer divinamente. A cambio, respétame los dedos y cuéntame eso de las orgías de ustedes los reptiles, que a mí que soy una lagartijilla inquieta me interesa mucho.

En el municipio de Acajutla, el día de san Exuperancio (abad) por la tarde.

Mus

8 Comments:

Blogger Odiseo de Saturnalia manifestó al respecto que...

Flufli, digo, don Mus... no veo yo una futura relación sexual... "sactamente"

27/5/09 5:07 p.m.  
Blogger Mus manifestó al respecto que...

Querido Odiseo:

Lo malo no es que no se vea relación sexual futura. Lo malo es que yo ya perdí la memoria de cuándo se produjo la última relación sexual pretérita... y me refiero a las mías, claro, que yo en la vida de Flufi no me meto (por discreción, más que nada).

Espero reencarnarme en ameba, que no tienen estos problemas: se parten en dos cachos y a correr. :)

27/5/09 5:18 p.m.  
Blogger Odiseo de Saturnalia manifestó al respecto que...

Las amebas... cada vez que se corren, ¿se parten?.

Jo, cuánto sabe usted.

28/5/09 4:47 p.m.  
Blogger Mus manifestó al respecto que...

No, no se corren: emiten un seudópodo. Es como si estiraran la pata, pero sin pata. ¿Oyó usted hablar de la muerte dulce? Pues por ahí va lo de estirar la pata (que es un seudópodo) pero sin pata.

No sé simesplico. :D

28/5/09 5:19 p.m.  
Blogger Odiseo de Saturnalia manifestó al respecto que...

Osease, que, lo del orgasmo se explica con las amebas...

¿Existen seudópodos flácidos? digo yo, que, para explicar el gatillazo...

Ays, mi vida es una ameba... jajajaja...

29/5/09 7:51 a.m.  
Blogger Quien Resulte Responsable manifestó al respecto que...

Además del pollo, las tortugas de agua dulce gustan de la carne de res, pescados varios y caracoles, además de algunos insectos, gastrópodos, y arácnidos que se les acerquen. También comen lo que quieren y cuando quieren. Son muy finas, las desgraciadas. Eso sí, es recomendable que de vez en cuando les de usted una especie de comprimidos para tortugas que incluyen vitaminas y minerales esenciales en su dieta, a manera de suplemento alimenticio. Por cierto que la manera de observar si el animalillo en cuestión es macho o hembra, sin necesidad de colocar un televisor y ver si sintonizan la telenovela o el futbol, es observarle las patas delanteras. Si tiene las patas largas (la tortuga, no usted) es macho, y si tiene las patas cortas es hembra. Si es macho podrá usted hablar de deportes, y si es hembra, de lo difícil que se ha puesto hacer rendir el gasto familiar.

29/5/09 2:39 p.m.  
Blogger Mus manifestó al respecto que...

Mersí bocú, milord. :)

Ayer compré pescado y, entusiasmado por la afición aviar de Flufi, se me ocurrió ofrecerle unas tripas de los peces que iba arreglando... A la pobre se le salía el alma de ansiedad cuando me acercaba con los trocitos pestilentes. Creo que me ama y no volverá a ser la misma. Por lo pronto, hoy le ofrecí tantita lechuga y, por el desdén que mostró, creo que si pudiera hablar me habría mandado a la verga (comperdón) sin miramiento.

¿Cómo va el viaje a Vancouver? ¿Se hace o no se hace?

29/5/09 3:59 p.m.  
Blogger Quien Resulte Responsable manifestó al respecto que...

Pues hombre, si logro pagarle a los bancos a tiempo, se hace. El problema es que ninguna elefagencia de viajes quiere trabajar en los paralímpicos, que porque no pagan las comisiones completas o algo así.

1/6/09 8:23 p.m.  

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