19 diciembre 2008

Parla chilena

Mural dedicado a mí en una estación del Metro de Santiago.

Los chilenos tienen una forma muy peculiar de hablar. De todos los pueblos de habla española que conozco, creo que son (quizá junto con los gallegos y yo mismo cuando me emborracho) los hablantes a quienes resulta más complicado comprender. Se comen las palabras y hablan con una velocidad y un frenesí que ya hubieran deseado muchos pilotos de carreras y amantes, respectivamente. Además, me da la impresión de que tienen más modismos, si cabe, que en ningún otro lado que yo conozca. Claro, no lo puedo saber a ciencia cierta, porque como acá no me entero de nada cuando me hablan...

Uno de los rasgos más curiosos, que yo ya conocía por referencias, es el relativo a la segunda persona del singular del presente de indicativo. Los de acá no te saludarán con un “¿Cómo estás?” sino con un "¿Cómo estai?”. Es una forma exclusivamente coloquial, y cuando pregunté si al escribir lo hacen con i latina o con i griega (hay quienes a esta letra le dicen ye), me contestaron con un ecléctico “de cualquier forma: nunca lo escribimos; al escribir ponemos ‘estás’”. Tiene sentido, desde luego.

Otra que tal es que a todo te responden con un “ya”.

—Cómo me apetecería estar ahí contigo, vida.
—Ya.
—Mañana tenemos que vernos, que me apetece hacerte cositas donde el pis.
—Ya.
—No, ahora es que no puedo, de veras; pero mañana puedes jurarlo que sí, bella mía.

Dado que en alemán “sí” se dice ja (pronunciado /ya/) y que la colonia chilena de origen alemán es ingente hasta el punto de que los supermercados de Santiago están repletos de productos teutones, me pregunto si eso de “ya” será genuinamente español de acá o será un préstamo del alemán. No estaría mal esto último, para variar un poco de los préstamos del inglés.

También me agradó ver que acá también le tienen reservada al trabajo una palabrita especial. En España es curro; en México, chamba; en la Argentina, laburo; y en Chile, pega. Cualquiera que sea el nombre, la actividad me sigue pareciendo igual de inhumana y detestable.

Otra rareza local es que pronuncian la uve (hay quienes le dicen be chica) y de una sosa bilabial pasan a una labiodental chistosa que, que yo sepa, ningún otro país usa. En cuanto a ortografía se refiere sería un uso de la máxima utilidad si lo aplicáramos todos, aunque eso significaría acaso que también deberíamos pronunciar siempre las ces y las zetas (a su vez, distinguiéndolas entre sí de alguna manera cuando fuera necesario) y buscarle un sonidillo a esa hache tan fastidiosa, y alguna diferencia fonética generalizada a las elles y las yes.

Nada de esto sucederá, creo yo, y de suceder estoy seguro de que ni yo ni quienes esto leyeren van a tener que aprenderse nada de ello en el transcurso de su vida. La verdad, la verdad, es que nuestra ortografía se me antoja un gran desatino pero, desde la comodidad de la vida eterna (el mondesvol nos la conceda en su infinita pastamisericordia), instalados con señorío en nuestro sarcófago o en un columbario recoleto, ni la ortografía ni la fonética de nuestros descendientes (el que los tenga, claro) importarán lo más mínimo. RAmén.

Finalmente, se me antoja que los chilenos deben de estar siempre muy estresados, porque todo el rato se la pasan diciendo que tal o cual cosa se hará al tiro, o sea, de inmediato, enseguida.

Como los mexicanos son famosos por sus modulables definiciones del tiempo en que se hará algo. Se me hace que estaría chistosa una conversacíón entre un chileno y un mexicano. Podría ser algo así:

[Ch.] ¿Estai libre para hacerme unas copias?
[Mex.] ¡Quihubo, compadre! Pos cómo no, pos claro, al rato te las hago.
[Ch.] Por favor, ¿me las podrías tener al tiro?
[Mex.] Pos 'orita te las hago, pos claro; dame chance nomás.
[Ch.] Ya.
[Mex.] N’ombre, ya te dije que ‘orita; pero bueno, te las tengo luego luego. Y si te corre prisa, ya mero te las hago.
[Ch.] Ya.
[Mex.] Hay que ver, mi buen, ¡pero qué prisa tienes, güey!
[Ch.] Ya.
[Mex. (para su coleto, mientras pasa a hacer otra cosa)]: Pinche güey este, siempre me anda fregando; qué raro habla.

En Quintay, el día de san Nemesio (mártir), por la noche.

Mus

1 Comments:

Blogger caracol manifestó al respecto que...

Muy seguramente ese mexicano era chilango... y talvez un chilango que vivió en España mmm no sé, talvez 30 años de su vida (porque en lo personal, nunca he oído a alguien hablar asi)... aunuqe te damos puntos por esfuerzo y especialmente por la imaginación (ya sabes)!!

me gusta que te gusten tanto las palabras y que vayas a buscarlas alli donde se hacen, que definitivamente las novelas no son lo mismo.

besos!

19/12/08 11:25 a.m.  

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