24 julio 2011

Nostalgia del pudor

Es interesante ver hasta qué punto varían las consideraciones de intimidad.

Yo me paso el día en pelotas, o casi, y no me causa el menor problema desnudarme ante nadie. Sin embargo, considero una impudicia la expresión pública de la fe religiosa. No me refiero a llevar un símbolo externo, sino a estar excretando por Facebook la plegaria diaria o a plantarse en una vía pública a soltar por los altoparlantes un rosario completito frente a la morada de personas inocentes, personas que nada hicieron para merecerse tal castigo.

Si a ti no te importa mi culo y consideras que es una parte íntima mía que no tienes por qué ver, ¿por qué coño debo pensar yo que tu relación con la divinidad es materia pública? Si no dirijo mi cañón de proyección al muro albo de la parroquia para plantar ahí mis películas pornográficas, ¿por qué demoños no se abstiene la parroquia de emitir sus liturgias a los cuatro vientos para torturarme con sus imbecilidades?

Además todo el mundo sabe que el único dios es el Mondesvol y la salsa carbonara es su profeta.

En San Vicente, el día de san Antonio Torriani (beato) por la mañana.

Mus

1 Comments:

Blogger Gordipé manifestó al respecto que...

Amén.

24/7/11 4:51 p.m.  

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