Analogías
Uno de los elementos que con más frecuencia usamos en el lenguaje es la analogía. Sin embargo, no siempre funciona y llevo días que apenas duermo (lo digo en serio) por la preocupación, la duda y, por fuerza, el desvelo que me causa la siguiente disquisición:
Si en América (y en Canarias) a las patatas les dicen papas, ¿por qué a las batatas no les dicen babas?
Lo comenté con algunos amigos y nadie me supo dar razón, así que sufro. Sufro mucho. Este artículo tiene intención terapéutica, introspectiva, regeneradora y en absoluto divulgativa. Es mi más íntima reflexión la que toma forma, es mi yo lo que aquí se manifiesta: encuero mi mente ya que en esta playa no me permiten encuerar mis carnes.
Y pienso mucho en dios. ¡Diossss!
En Sámara, el día de san Bonifacio (obispo y mártir) por la noche.
Mus
3 Comments:
Es lo que tiene estar de vacaciones perpetuas en el trópico. Tienes tiempo incluso para pensar en patatas i boniatos
( ya sé, ahora vas a decir que no es lo mismo la batata que el moniato...psé, si total, sólo cambia el color).
Beso y ponte a la sombra.
Piensas mucho en dios... ¿con babas?
Ps. Palabra de verificación: valses. Baila unos cuantos a ver si se te pasa ;)
porque las papas son papas; la batata, batata y las babas las babas. No tienen nada que ver las dos primeras con la tercera; sólo tienen asociación cuando tienes antojo de un plato de papas (o batata) y pasas ante un puesto que las vende, entonces se te cae la baba mientras exclamas, ¡qué suerte la mía!
quienesesehombrequememiraynometoca (jajajaja...)
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