Inserción de extremidad inferior
Hoy fui a Los Cóbanos a comer pescado y abulón.
Acá le dicen abulón a un bicho diferente del abulón mexicano auténtico, que es una especie de caracol de concha nacarada preciosa y precios exorbitantes. Digo "mexicano auténtico" no porque este salvadoreño sea falso, sino porque en México coexisten el abulón auténtico y uno que le dicen abulón nomás por meter gato por liebre, porque en realidad es una lapa, un molusco muy diferente. Ni modo, al de acá se le puede decir abulón porque es su único nombre y nadie te lo está presentando como si fuera otra cosa.
Dejemos el abulón. El caso es que andaba yo zampándome mi pescado (que es lo que pedí tras el abulón) y entablé conversación con unos comensales.
— Y ustedes, ¿a qué se dedican?
— Tenemos una empresa funeraria.
— Híjole, ¡pues espero no tener que hacer negocios con ustedes ni con nadie de su rubro! [Sonrisa] Aunque me parece a mí que no me voy a librar tan fácilmente...
— No, me parece que no. [Sonrisa amplia de quien conoce bien su mercado] Y usted, ¿qué hace por acá? Habla bien español.
— ¿Perdón? Ah, de veras... Bueno, será por eso de que soy español. ¿Parezco gringo?
— Ah, pues eso será, sí. Sí, lo tomé por gringo. Bueno, pues que esté bien, nosotros ya nos marchamos a seguir con nuestra chamba.
— Ándele, que les vaya bien.
— [Sonrisa fúnebre reactiva]
Ahí, justo ahí, sentí que había metido algo el cuezo. Todo el mundo tiene derecho a ganarse sus frijoles, pero deseándole "que le vaya bien" a un empresario de pompas fúnebres se corre el riesgo de parecer cenizo a poco que uno se ponga en la perspectiva de sus potenciales clientes (o sea, todo el mundo). En ese momento no discurrí nada mejor, pero creo que habría convenido decirle lo que él me dijo a mí: que estén bien.
Es sabido que las despedidas son difíciles, pero la experiencia es un grado y la próxima vez que salude a un sepulturero o industrial afín, ya sé qué decirle.
En el municipio de Acajutla, el día de los santos protomártires de la santa Iglesia romana, por la tarde.
Mus
5 Comments:
Jjajajaja esas trampas léxicas... sutiles pero contundentes.
A quién no le ha sucedido algo similar con esos 'tierra trágame' improvisados y absolutamente desacertados.
Pues eso, que estés bien, saludos desde una Asturias a punto de combustión.
Jeje, Libussa, lo de "tierra, trágame" también tiene su chiste en este contexto... :D
En el Cantábrico seguro que te refrescas bien refrescá. Cómete unas sardinas a mi salud. :)
En serio eres españolis????? :)^^
Mira que yo me lu creo tó;-D
Ksssss!
El problema con los empresarios de pompas fúnebres, al igual que los médicos forenses, es que sólo pueden proporcionar sus servicios a sus clientes una sola vez, y a los clientes en realidad no les importa lo que hagan. Un modelo de negocio pésimo si no fueran los deudos de los clientes quienes les pagan.
A mí me pasa igual. Siempre se creen que soy sueca.
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