30 enero 2009

Aprender a manejar



Existe un sentir común muy sensato por el cual la estadística es un elemento de engaño basado en certezas. Siempre me viene a la memoria un chiste en el que a un estadígrafo que se presenta para un trabajo le preguntan cuánto suman 2 y 2, y el hombre responde por lo bajini: "¿Cuánto quiere usted que sumen?". Pues bien: el diseño de los estudios, la selección de las poblaciones y la presentación de los datos son aún más insidiosos que el propio manejo estadístico de los datos.

En España se acaba de hacer público un estudio según el cual la inmensa mayoría de los encuestados reprobaría el examen teórico que superaron cuando obtuvieron su permiso de conducir. ¿Cuáles son las conclusiones que cabe extraer de un estudio así? ¿Para qué sirve?

Los estudios transversales como este no sirven para demostrar nada porque no están diseñados para ello, sino para indagar, y por lo mismo no son concluyentes porque de sus resultados no se puede concluir nada: se obtiene un dato y punto, pero de ese dato no cabe hacer derivaciones inmediatas.

Al examen teórico de conducir, como a todos los exámenes, concurren personas que tienen estudios recientes de una materia. La inmensa mayoría de los datos se olvidan casi de inmediato, y con algo de suerte la persona va adquiriendo más habilidades prácticas. Para esto no hace falta estudio alguno, basta con que el investigador recapacite sobre sí mismo y ponga su propia memoria a prueba: ¿aprobaría el examen de Matemáticas del primer curso de su carrera? ¿Y el de Derecho Penal de segundo? ¿Recordaría siquiera la lista de la compra de ayer o el número del teléfono celular de su esposo o de su amante?

Alguno tendrá la tentación (e incluso la intención) de suponer que este nivel de fracasos equivale a una impericia generalizada de los conductores españoles. De hecho, al menos en la noticia periodística se dice así de claro: Todos suspenden y, por tanto, al volante, somos más peligrosos de lo que parece.

A quien lo plantee así, le propongo un análisis diferente: ¿no será más bien que el examen teórico de conducir que se aplica en España no sirve para determinar el grado de peligrosidad de un conductor? Por ejemplo, si alguien conoce el límite de alcohol en sangre, ¿significa eso que no tomará bebidas alcohólicas antes de conducir? Si alguien conoce la profundidad mínima exigida en el dibujo de sus neumáticos, ¿significa eso que medirá la banda de rodadura y los cambiará tan pronto como alcancen ese desgaste? Y aún más: si el conocimiento teórico de un conductor es en lo que nos basamos para determinar su peligrosidad al volante, ¿por qué las aseguradoras les cobran más a los conductores noveles y por qué las propias normas restringen sus opciones y les limitan la velocidad o cosas así?

En América es común usar el verbo manejar para lo que en España llamamos conducir. Pues bien, parece que los patrocinadores de este estudio, que seguramente ya saben conducir aunque acaso el 96,5% de ellos suspenderían el examen teórico, ahora quieren aprender a manejar... opiniones en quienes toman decisiones.

En Buenos Aires, el día de santa Jacinta de Mariscotti (abadesa), por la mañana.

Mus

26 enero 2009

Latines



Si algo había de sorprenderme era llegar a un piso de estudiantes y hallar, junto con los iconos cinematográficos al uso (Al Pacino, los hermanos Marx), una pared empapelada de pósteres con las declinaciones latinas: rosa, rosae; templum, templi.

Hay escritos genuinos y sencillos que salpican cualquier pared y papeluchos cursis y espurios decorando con harto dolor bibliográfico los estantes de librerías sin cuento y las pantallas de aún más computadoras insensibles. Ay.

En Buenos Aires, el día de san Timoteo y el santo más pequeño de la historia (san Tito), obispos, por la mañana.

Mus

24 enero 2009

Malicias y aeroturbaciones de un pedante

Algunos errores ortográficos son graciosos sin remedio. Cuando alguien pone algo que resulta una barbaridad, una obscenidad o un insulto que no se pretendían, al que suscribe se le dibuja una sonrisilla maliciosa.
La foto corresponde a la revista mensual que Copa Airlines pone a disposición del viajero; en concreto, corresponde al formulario de comentarios y sugerencias. La frase del encabezado viene a significar que a Copa Airlines le gustaría saber que somos seres dotados de algo de intelecto, como si tal cosa no se diera por sentada. Esa mísera tilde entre el "qué" y el "que" contiene la llave que abre (o cierra) la puerta a un mensaje gentil para el lector o a una (yo diría que poco sutil) acusación de imbecilidad.

El inglés está bien como está, pero es interesante observar que con tan solo cambiar una letra (quitar la w y poner una t: Tell us that you think) se reproduciría con bastante fidelidad el error de la frase en español.

Voy a escribir a la aerolínea, que queda muy feote tratar así a los clientes. Además, a ver si se portan bien y me regalan un boleto de avión o una cortesía por el estilo. Para que no se diga que me aprovecho y que mi pedantería me viene servida con regalías inmerecidas, si consigo que me regalen el boleto lo sortearé entre las lectoras de la bitácora.

En Buenos Aires, el día de san Francisco de Sales (obispo y doctor de la Iglesia), por la tarde.

Mus

P. D. Ya que hablamos de aviones, aporto prueba gráfica de que al avión que me transportó en un no menos reciente vuelo de Aerolíneas Argentinas le faltaban dos tornillos en la zona que cubre el anclaje del motor de babor. Cuando terminó (felizmente) el vuelo, le dije a la sobrecargo para que se lo dijera a su vez al comandante de la nave, y la mujer puso una cara... En fin, a ver si lo arreglan, que todavía me queda un vuelo con ellos y con los pocos aviones que tienen en operación no me extrañaría que me tocara volar en el mismo aparato.


Entre eso y el menú, fue un vuelo poco agradable, la verdad.

23 enero 2009

Mercantilismo virginal

Es muy útil creer en magias que vienen acompañadas de promesas de auxilio mágico. A veces destaca el espíritu homocéntrico de la relación con el auxiliador; en este caso, con la auxiliadora. Como somos humanos, creemos lo mejor es que el auxilio quede reflejado en contrato (verbal, pero en lo posible mejor por escrito) por prudencia, por pura seguridad.

Esta humilde y agradable oración chilena es en esencia un contrato de leasing divino, una operación mercantil. El propietario se convierte en arrendatario, cediendo la propiedad del bien y ofreciéndose por completo en su esencia física (ojos, corazón, etc.), no solo espiritual; a cambio espera que la nueva poseedora/arrendadora se ocupe de la seguridad y el mantenimiento del bien arrendado: o sea, el orante entero. Virgencita, virgencita, que me quede como estoy.

A la firma del contrato, que se da por hecha ante su mera presentación, el arrendatario usará sin restricción el bien, para lo que más se le acomode. Espera, estimo, que la nueva propietaria nunca vendrá a exigirle nada, y menos un ojo o corazón. Qué barbaridad, ¿para qué iba a querer la Virgen un ojo de feligrés?

No queda claro qué contraprestación periódica ofrece por el arrendamiento, aparte de ofrecerse, así que cabe colegir que la mera posesión de todo su ser es una inversión suficiente como para que la adquisición del bien resulte atractiva para la nueva poseedora/arrendadora. Creo que la oración debiera ampliarse para definir este importante aspecto contractual.

Si esta oración fuera dirigida al demoño en lugar de la la Virgen de Lo Vásquez, estaríamos ante un auténtico pacto con el diablo.

Y ahora, querido Mus, escribe cien veces en el pizarrón: "No volveré a ver La vida de Brian sin supervisión apropiada porque me dan accesos iconoclastas". Enmiéndate, que el fin se acerca.

En Buenos Aires, el día de san Ildefonso (obispo), por la mañana.

Mus

20 enero 2009

Que viene el coco



Hoy me hicieron recordar un momento de hace muchos, muchos años, cuando llegué a aquella romería y mi tía me advirtió que no debía alejarme mucho porque vendría El Lute y me llevaría. Así, tal cual, sin especificar a dónde ni falta que hacía. Pobre Lute, ¡con su mala estrella y encima cargando con Mus! Lo que en aquel entonces pareció una admonición severa, hoy parecería un chiste. Lo más probable es que mi tía me dijera aquello con una sonrisa interna y con más mano izquierda que ganas de traumatizar mi infantil pero ya solitaria neurona. A pesar del tiempo que ha pasado, me acuerdo a la perfección de la advertencia y del lugar en el cual se pronunció, aunque no era más que un chamaco que no sabía ni abrocharse los zapatos.

Los miedos se heredan. Para mi tía, según contaba años después, el elemento de amenaza había sido el negro Chova, un maquis famélico, harapiento y mugroso a quien prendió la Guardia Civil unos años después de la guerra. A pesar de todo lo que se habla de memorias históricas y eso, nadie parece hablar del negro Chova en gúguel. Lo más probable es que lo mataran sin más contemplaciones en alguna cárcel tan miserable como la cueva de peña Morejón donde dizque vivía, en la sierra de la Calderina, gélida en invierno y abrasada en verano. Quizá le quede algún familiar que lo guarde en su memoria y el personaje tenga así la suerte de ser recordado como algo más que una forma de asustar a alguna mocita de la posguerra.

El coco de Río son las favelas. Como soy un gallina, no me habría atrevido a entrar en una de ellas para nada. ¡Es tanto lo que se dice! Sin embargo, como estaba en São Conrado y había que llegar a Copacabana de alguna manera, agarré un micro que, en lugar de atravesar las entrañas del cerro por el túnel, dio en subir por la favela Rocinha. Más tarde supe que Rocinha es, con más de doscientas mil almas, la favela más grande de América Latina.

Una favela es un barrio marginal. Siempre las había imaginado con casas de fortuna, barriadas de chabolas levantadas con materiales ad hoc. Pero esta no era así. Esta es una urbanización desconcertante, abigarrada y en desorden, llena de callejas intrincadas y cables omnipresentes, pero pegada con desesperación en cemento y ladrillo visto al costado del cerro como el niño que abraza la pierna de su madre. En los días claros, la panorámica sobre el mar es increíble, dominada por los imponentes farallones rocosos que circundan Río.

Las favelas son el coco del visitante, y es una pena: tan cerca del cielo limpio y con el infierno enlodándolas hasta los ijares.

Los gringos, los peruanos, los cubanos, los españoles, los brasileros, todos tenemos nuestros cocos. Está visto que el nombre apenas importa: el caso es poder asustar, ya sea con el coco, el cuco,el tutú marambá, el negro Chova, el hombre del saco, el bogeyman... Siempre queda la duda de si el objetivo será asustar o educar, porque ya la copla dice:

Con decirle a mi niño
que viene el coco,
le va perdiendo el miedo
poquito a poco.

En la ciudad de Buenos Aires, el día de la asunción de san Barack Obama, por la mañana.

Mus

19 enero 2009

Cronología matrimonial ideal

Dedicado a mi amada Cataclísmica.



En Río de Janeiro, el día de san Canuto (rey), por la tarde.

Mus

13 enero 2009

Peor imposible

Vigilante

—Anoche fingí ese orgasmo, pero te juro que me estaba gustando mucho. Lo hice porque me sentía presionado.
—Déjese de tonterías, hombre. Esta es la panadería: si quiere una pistola, se la vendo; si quiere una bagué, también; pero no me dé el coñazo ni me venga con tonterías porque no se las consiento.
—Ay, lo lamento, usted perdone. Yo era por disculparme, ¿comprende?

Ayer estaba cenando unos camarones con alcaparras y me pareció que los bichitos me susurraban algo, pero es imposible: estaban ya sin cáscara ni cabeza ni nada, y además el cocinero había perpetrado la receta y había dejado la carne de los animalillos tan seca que parecía un plato liofilizado destinado a la estación espacial internacional. En estas condiciones, ni el crustáceo más platicador puede abrir la boca.

Finalmente he colegido que no me hablaron los camarones: fueron las alcaparras.

En Río de Janeiro, el día de san Hilario (obispo y doctor de la iglesia), por la mañana.
Mus

09 enero 2009

Grandes cuestiones

A veces conviene harto apartar marañas, cortar nudos gordianos e ir directos, al grano, a traviesasurco, con las grandes cuestiones de la vida. Es ni más ni menos lo que me propongo hacer hoy. Ahí va:

Cuál es más deleitosa: ¿la mantequilla dulce o la semisalada?

Menuda, la preguntita... Por el momento, circunscribámonos al uso gastronómico y olvidemos El último tango en París.

En Río de Janeiro, el día de san Eulogio de Córdoba (presbítero y mártir), por la tarde.

Mus

06 enero 2009

Carta real



Queridos Reyes Magos:

Les escribo esta carta en agradecimiento por sus presentes, de los cuales acuso recibo con alborozo en el día de hoy.

Siempre me había chocado la ingratitud relativa, la asimetría por así decirlo, de nosotros, los regalados, para con VV. MM. Mientras que san Judas Tadeo cuenta con el fervor popular y es blanco de solicitudes de desesperanzados que al cabo le agradecen de corazón los favores recibidos, y así lo publican mediante pío anuncio en el ABC u otros lugares más modernos, ustedes reciben millones de misivas peticionarias llenas de trolas del tipo "me porté bien este año" o "este año fui buena" y forman tremendo mitote de pompa y boato a su llegada, pero una vez abiertos los regalos nadie se pone a la tecla para mostrarles su aprecio.

Hoy quiero desagraviarlos y darles mucho las gracias por mí y por todos mis amigüitos.

Sus regalos han sido de lo más ecléctico y dada mi reconocida carencia neuronal es posible que tarde un par de meses en averiguar su real significado (el de los regalos, no el de ustedes, cuyo significado de epifanía o revelación conozco bien gracias al idioma inglés). Por ejemplo, el marco electrónico para las fotos está muy bien: regalo directo, al tema, inmediato. Se enchufa, se mete el pendrai con las imágenes y se disfruta luego luego de lo visible que uno quiera poner. Por cierto que deberé aumentar mi colección de imágenes cutáneas femeninas, que en el fondo es lo que a mí me gusta ver todo el rato. Donde esté una dama en cueros que se quite una dama vestida.

Más difícil de interpretar fue el asunto de la colonia, el afterchei y al desodorante a juego de la marca Aramis. No sé si el nombre viene del mosquetero o de la pitonisa (quien por cierto es una aprendiza en comparación con Amira, que quede claro), pero espero que más bien proceda de la imaginación del autor y no haya que buscar tales referentes. Mas, ¿qué puedo hacer yo con esos afeites? Si me los aplico oleré bien, ¡horror! ¿Ustedes vinieron de oriente a golpe de perfumaje o más bien hicieron su trayecto sobre pestilentes pero naturales camellos y a mucha honra? No sé; me dejaron perplejo. Gracias de todos modos, eso sí, que lo confuso no quita lo cortés.

Acepté encantado su idea de entregarme una chingaderita de piedra pulida que dizque vale para dar masajes. Si me pidieran mi opinión, mi mentalidad ofuscada por la concupiscencia (o la ausencia della) tendería a decir que el objeto parece la reproducción marmórea de unos genitales masculinos, con escroto pendiente y todo; pero si ustedes insisten en que se trata de un artilugio para masajear, lo doy por bueno. He de decir que agradecí infinito que el chisme no tenga que enchufarse a nada, porque voy estando algo harto de transformadores y cables.

Me dislocó ese otro artilugio con forma de orbital p ahusado que apareció en mis zapatos esta mañana. Dada la intensa vibración en tres velocidades con que cuenta, cualquiera diría que se trata de un zafio juguete sexual, pero como ustedes aseguran que se trata de un vibrador para masaje me lo creeré. Hablaré con alguna amiga a ver si quiere... un masaje. Con un poco de suerte, eso de la vibración le despistará la mente, le acalorará los bajos y acabaremos haciendo lo que suelen los sisones y las sisonas antes que los rigores de junio agosten las estepas.

El juego de implementos para buceo me será muy práctico y conveniente, muchas gracias. Tener una bolsa impermeable en el mar es algo de lo más útil. Lástima que ya no esté buceando mucho, pero todo se andará, todo se andará, y no debe jamás olvidarse que al andar se hace camino y al volver la vista atrás se ve la senda que nunca se ha de volver a pisar; caminante, no hay camino sino estelas en el mar. Y tal.

La minicámara de video es sencilla pero de uso fácil y directo. Gracias a ustedes, este año podré iniciar mi proyecto vital más importante: conseguir que La Mujer Tirita publique en su bitácora una foto vestida con su pijama de gatitos. Ya tengo pensada toda la estrategia, y con esta ayuda tecnológica espero poder ejecutarla con éxito (la estrategia, no a la Tiri, claro).

Creo que eso es todo, pero pido disculpas si algo me dejo en el teclado. Solo me resta agradecerles una vez más sus atenciones y desearles un regreso seguro y sin sobresaltos hacia levante. Por cierto que espero que su Levante esté menos enladrillado que el mío. Ah, y cuando pasen por Gaza, a ver si hubiera alguna manera de poner orden por allá y encasquillar un par de cientos de millones de armas; ya se hacen VV. MM. cargo. Muito obrigado.

En Río de Janeiro, el día de la Epifanía, por la mañana.

Mus

04 enero 2009

Hablamos otro idioma

En Brasil, las boticas se llaman drogarias.
Hoy el protagonista de mi bitácora es un cartel; en concreto, este cartel:

Lo de abajo significa más o menos "Para que se sienta bien". Lo de arriba es el nombre de una cadena de boticas de acá. Estoy por mandar la foto al Plan Nacional sobre Drogas. Olé.
En Río de Janeiro, el día de santa Dafrosa (mártira), por la noche.
Mus