Aprender a manejar
Existe un sentir común muy sensato por el cual la estadística es un elemento de engaño basado en certezas. Siempre me viene a la memoria un chiste en el que a un estadígrafo que se presenta para un trabajo le preguntan cuánto suman 2 y 2, y el hombre responde por lo bajini: "¿Cuánto quiere usted que sumen?". Pues bien: el diseño de los estudios, la selección de las poblaciones y la presentación de los datos son aún más insidiosos que el propio manejo estadístico de los datos.
En España se acaba de hacer público un estudio según el cual la inmensa mayoría de los encuestados reprobaría el examen teórico que superaron cuando obtuvieron su permiso de conducir. ¿Cuáles son las conclusiones que cabe extraer de un estudio así? ¿Para qué sirve?
Los estudios transversales como este no sirven para demostrar nada porque no están diseñados para ello, sino para indagar, y por lo mismo no son concluyentes porque de sus resultados no se puede concluir nada: se obtiene un dato y punto, pero de ese dato no cabe hacer derivaciones inmediatas.
Al examen teórico de conducir, como a todos los exámenes, concurren personas que tienen estudios recientes de una materia. La inmensa mayoría de los datos se olvidan casi de inmediato, y con algo de suerte la persona va adquiriendo más habilidades prácticas. Para esto no hace falta estudio alguno, basta con que el investigador recapacite sobre sí mismo y ponga su propia memoria a prueba: ¿aprobaría el examen de Matemáticas del primer curso de su carrera? ¿Y el de Derecho Penal de segundo? ¿Recordaría siquiera la lista de la compra de ayer o el número del teléfono celular de su esposo o de su amante?
Alguno tendrá la tentación (e incluso la intención) de suponer que este nivel de fracasos equivale a una impericia generalizada de los conductores españoles. De hecho, al menos en la noticia periodística se dice así de claro: Todos suspenden y, por tanto, al volante, somos más peligrosos de lo que parece.
A quien lo plantee así, le propongo un análisis diferente: ¿no será más bien que el examen teórico de conducir que se aplica en España no sirve para determinar el grado de peligrosidad de un conductor? Por ejemplo, si alguien conoce el límite de alcohol en sangre, ¿significa eso que no tomará bebidas alcohólicas antes de conducir? Si alguien conoce la profundidad mínima exigida en el dibujo de sus neumáticos, ¿significa eso que medirá la banda de rodadura y los cambiará tan pronto como alcancen ese desgaste? Y aún más: si el conocimiento teórico de un conductor es en lo que nos basamos para determinar su peligrosidad al volante, ¿por qué las aseguradoras les cobran más a los conductores noveles y por qué las propias normas restringen sus opciones y les limitan la velocidad o cosas así?
En América es común usar el verbo manejar para lo que en España llamamos conducir. Pues bien, parece que los patrocinadores de este estudio, que seguramente ya saben conducir aunque acaso el 96,5% de ellos suspenderían el examen teórico, ahora quieren aprender a manejar... opiniones en quienes toman decisiones.
En Buenos Aires, el día de santa Jacinta de Mariscotti (abadesa), por la mañana.
Mus