19 mayo 2012

Menudo panorama

Hoy, sin saber por qué, escribí esto:

Quieres ver tu patria
pero te quedas en ella
Quieres ver los campos
pero te quedas en tierra
Quieres ver la realidad
pero huyes de lo absurdo
Quieres conquistarme
pero te arrimas a mí
Quieres comer manís
pero ni miras las flores
Hija de puta.

Somos un desastre

¿Echamos un polvo?
Un rapidín, un par
de horas a lo sumo
Seis mamadas o mil
que tengo que ir
por incienso, divina,
y envolverte de
sahumerios y sudores
de gritos y frenesí.
Hija de puta.


Lo peor no es que no sepa por qué, sino que no sé qué significa y ni siquiera puedo echarle la culpa al incumplimiento terapéutico porque llevo quince años tomándome religiosamente las pastillas de lo mío.

Concluyo que escribir me está afectando la neurona. Ya no vibra con la misma intensidad y, a veces, mi cabeza parece emitir un humo cuyo aroma recuerda sospechosamente al de la mariguana.  ¿Será que mi neurona le da al cánabis y nunca me enteré? Quizá sea nomás que patina contra la zapata, cansada de su solitud intracraneana, del aburrimiento, del síndrome del hijo único. Siempre le di todo lo que quiso y ahora se enfurruña cuando no consigue lo que quiere.

Es la edad, neurona mía, no me lo tengas en cuenta, no te lo tomes a mal. Ya no puedo darte todo como antes.

Oh, triste sino el de quien ha de lidiar con su neurona singular porque esta llega a los caprichos de la adolescencia siendo él ya viejo. Oh.

En la ciudad de Puebla, el día de san Adolfo de Arras (obispo), al mediodía.

Mus

P. D. Si no se entiende nada, ni modo. ¡Yo más no puedo hacer!

1 Comments:

Anonymous Anónimo manifestó al respecto que...

No me atrevo ni a comentar..jajaja

Mas beshitoss

Chuli

25/5/12 1:59 p.m.  

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