Las ventas: el top-baby manta
Algunos sucesos dejan perplejo a cualquiera. No sorprende ya, ni lo ha hecho nunca porque el abandono de criaturas es más viejo que la tana, que unos padres quieran deshacerse de sus vástagos recién nacidos. El neonaticidio es algo relativamente común entre las bestias, y no veo sorpresa alguna en reconocer a la especie humana como tal, que hartos ejemplos hemos dado de ello aunque lo ocultemos a golpes de gracia artística aun siendo golpes sublimes. Le dejo la parte de la demostración histórica al aún convaleciente pero recuperado para la bitacorería doctor Maybrick y su Historia del mundo al molcajete, que donde escriben tan peritos doctores sobramos los tristes indongos*.
La cosa del abandono de los niños es compleja desde cualquier punto de vista y no es mi intención formular críticas a tal acción (ni defensas, claro está), pero lo que me sorprendió hoy al leer esta noticia es la poca maña que se da la gente para hacer ciertas cosas. No conozco Rumanía ni a los rumanos, pero incluso si allí el comercio neonatal está más o menos extendido en el ámbito hospitalario, me cuesta creer que sea tan a plena luz y con alevosía, sin más preámbulos, como para que unos rumanos lleguen a parir a otro país y le propongan al personal del hospital la venta de su beba sin pensar que lo que proponen es un delito o, cuando menos, algo que no se propone así como así al primero que se orilla.
En consecuencia, lo único que se me ocurre es que esta pareja son un dúo de gilipollas integrales, ya sea con carácter congénito, como efecto secundario (quizá pasajero, aunque lo dudo) de su reciente paternidad/maternidad o como consecuencia de su nulo desarrollo psicosocial o su deprivación afectiva previa.
A ver qué pasa con esta niña, pero resulta difícil pensar en una llegada al mundo menos auguriosa. Que la fuerza la acompañe.
En Madrid, el día de san Álvaro de Córdoba (beato), por la tarde.
Mus
*Indongo es un adjetivo poco conocido y, al decir de los de mi pueblo, significa literalmente "siete veces tonto". Leo con entusiasmo que una señora o señorita de indudable interés por la cultura léxica registró la palabra con ocasión del reciente proyecto sobre apadrinamiento de palabras en vías de extinción. Aunque la definición de mi pueblo es un tanto más cruda que esta, no cabe duda de que ella y yo estamos usando un mismo vocablo.
La cosa del abandono de los niños es compleja desde cualquier punto de vista y no es mi intención formular críticas a tal acción (ni defensas, claro está), pero lo que me sorprendió hoy al leer esta noticia es la poca maña que se da la gente para hacer ciertas cosas. No conozco Rumanía ni a los rumanos, pero incluso si allí el comercio neonatal está más o menos extendido en el ámbito hospitalario, me cuesta creer que sea tan a plena luz y con alevosía, sin más preámbulos, como para que unos rumanos lleguen a parir a otro país y le propongan al personal del hospital la venta de su beba sin pensar que lo que proponen es un delito o, cuando menos, algo que no se propone así como así al primero que se orilla.
En consecuencia, lo único que se me ocurre es que esta pareja son un dúo de gilipollas integrales, ya sea con carácter congénito, como efecto secundario (quizá pasajero, aunque lo dudo) de su reciente paternidad/maternidad o como consecuencia de su nulo desarrollo psicosocial o su deprivación afectiva previa.
A ver qué pasa con esta niña, pero resulta difícil pensar en una llegada al mundo menos auguriosa. Que la fuerza la acompañe.
En Madrid, el día de san Álvaro de Córdoba (beato), por la tarde.
Mus
*Indongo es un adjetivo poco conocido y, al decir de los de mi pueblo, significa literalmente "siete veces tonto". Leo con entusiasmo que una señora o señorita de indudable interés por la cultura léxica registró la palabra con ocasión del reciente proyecto sobre apadrinamiento de palabras en vías de extinción. Aunque la definición de mi pueblo es un tanto más cruda que esta, no cabe duda de que ella y yo estamos usando un mismo vocablo.
4 Comments:
Ella: Tamos de acuerdo en que son gilipollas
Él: possseso
Ella: Buena palabra que me pillo, indongo, anda que no conozco yo a varios queeeeee son indongos perdios.
Él: Andaqueno
Yo: Como un cencerro oiga.
Beshitos de los q no son varios, sino variados
Él: dacuerdo contigo, comouna regadera..
Ella: ¿Dije que me ibaaaa?
Yo: uf ;---º)
a mi se me hace dificil entender cuando veo una mamá que quieren muy poco a sus hijos... que ellos son nadamás el resultado de un acto donde un hombre se te echa encima y ella se abre de piernas y reza un Ave María y pide para que este no se vaya.
El hombre se va y ella se queda con una barriga que se convertirá en una boca más (las otras son la de los otros 3 o 4 güercos que le hicieron otros hombres, hombres que siempre prometen lo mismo.
Yo he visto esto, y lo contrario...
al final, nunca sé qué opinar.
... y cambiando de tema, yo prefiero venirme que irme... venirme corriendo será más rápido o simplemente mejor? Cuando me venga, digo.
Bueno, es un tema muy complejo. Creo que lo más sensato es que cuando te vengas nos lo platiques y ya vemos qué solución darle al problema. Si te avanzo que si es más rápido lo sabrás, y si es simplemente mejor también lo sabrás. Lo compartes con el grupo y veremos cómo se te puede ayudar.
Te queremos, Caracol, ¡gracias por compartirlo!
Chulima, la cosa con los indongos es sencilla: se aprende uno la tabla del 7 y a correr. ;)
Mus
Que comentarios de 3ª Regional. Comentarios propios de adolescentes, con dificultades de ponerse en el lugar de los demás, es decir, practicar la empatia.
Suerte¡¡¡
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