Hongo irredento
Me gusta cuando, como ahora, puedo pensar en la nada.
La cabeza se me va llenando de cosas, cositas y cosazas que me ocupan un espacio imprescindible para dedicarme a lo que me es propio, que es no pensar, no saber, no interactuar: ser el seta que siempre he sido. Solo en ese estado fúngico alcanzo mis nirvanas y la vida carece de sentido y propósito, tal y como es de rigor. Como mucho, a ratos se me antoja pasarme a la bendición de ser liquen, que ya sabrán que es un ser vivo formado por la simbiosis de un hongo y un alga. El género es importante porque son las algas (y no los algos, que no me van) las organismas con las cuales me disloca establecer tales simbiosis. Por ahora nunca resultó apotecio alguno de mis esfuerzos simbiontes, y me temo que ya nunca resultarán.
Siempre quise escribir apotecio en algún lado. Ea, hecho. Amén.
Es probable que no hayan comprendido nada de esta estupidez existencialoide que acabo de escribir. Yo tampoco. ¡Ni siquiera pienso! Lo fundamental es que hoy, después de cuatro interminables meses, me he quitado de encima la losa final que he arrastrado con desesperación. Hoy di mi plática, que salió razonablemente bien y nadie se sintió ofendido, ni siquiera por los chistecillos colorados que he soltado. Incluso me puse una camisa nueva (un tanto escasa de plancha, como suelo) para la ocasión.
Hala, a freír espárragos el asunto. ¡Soy libre!
Me queda afrontar ciertos proyectillos laborales en los próximos días. Según quienes me los encargaron, son urgentes, pero la tensión de fondo desapareció hoy a las 10.30 de la mañana y ahora ya solo ocupo mi mente en cómo practicar mi swing de golf para los retos que se avecinan, que consisten en no hacer nada más que darme una vidorra de agárrate y no te menees. Me parece un programa vital fabuloso. Creo que incluso ya comienzo a apreciar hifas en crecimiento por todo mi micótico ser. Dentro de poco seré un tierno y níveo moho. Aysss, ¡qué ilu!
Mus, pellízcate. ¿Es cierto lo que sientes? ¡Ayy! Sí, coña, es cierto lo que siento, aunque ahora además tengo un moretón. Pero soy libre y puedo pensar en la nada, la ausencia, el vacío. Y estoy muy feliz por ello. Amén otra vez.
En San Diego, el día de san Eusebio Palatino (mártir) por la noche.
Mus
3 Comments:
Entreveo mucha reproducción asexual, sólo te falta el siguiente paso: el de la matèria orgànica a la inorgànica.
Una abraçada.
Pues por aquí, más que líquenes o algas, lo que nos está creciendo es una costra verduzca de moho.
AJJJCO de lluvia
:(
Pero que tipo de hongo? ¿Naranja? ¿Rojo? ¿alucinogeno? ¿De los que se comen? ¿De los que dan cagaleras???? o ¿de los que salen en los humerales corporales????
Especifiqueee usted, hoommbre.
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