Sueños rotos, pesadillas aliviadas
Uno no deja de sorprenderse por la capacidad que tenemos para creernos cualquier cosa, para identificar lo que vemos, leemos u oímos con realidades supuestas, ya sean agradables o detestables. En días como hoy, ya no me sorprende tanto que aún haya quien caiga en los timos nigerianos que con tanta frecuencia nos intentan colar por correo electrónico.
Hace unos meses hacía yo una crítica de un libro sobre Cela, en el cual el autor relataba una afirmación del nóbel en el sentido de que no decía malsonancias y que hablaba siempre muy prolijito y esmerado, sino que los malhablados eran los personajes de sus novelas.
Para abundar con un ejemplo, es probable que el actor de House sea un buenazo. El cabrón maleducado es su personaje en la serie, ¡no él! Bueno, al menos no necesariamente; igual el tipo es un hijoeputa de marca mayor, pero eso no guarda relación con su papel. Y no, Brad Pitt tampoco nació anciano y va rejuveneciéndose, queridas damas, ni hay la menor certeza, queridos caballeros, de que Francisco de Rojas estuviera en amores con Celestina ni se follara a Elicia ni Areusa por muy putas que estas fueran en su tragicomedia famosa.
Esto, que por ser de cajón nos parece tan simple y comprensible a poco que se nos explique, en ausencia de explicación se nos escapa sin remedio y tendemos a equiparar a los autores, actores y demás gentiles con sus personajes y creaciones, como si estos fueran los alter ego de aquellos.
Hoy me avisaron de mi mala fama por lo que ando diciendo o dejando de decir por esos mundos del mondesvol. Esas críticas me resbalan un poco, pero no es la soberbia la que me impermeabiliza. Es el hecho cierto de que Mus es Mus y no debe darse por sentado que el cúmulo de carne, huesos y pellejo (con una neurona por remate intracefálico) que hay detrás de este alias quiera vertir en sus escritos su personalidad tal cual. Amar u odiar a Mus vale tanto como amar u odiar al doctor House... o a Gracita Morales en Sor Citroën, si se prefiere.
Conviene citar a don Mendo al salir de su prisión escura, a punto de trocarse en Renato:
Soy un ente, una quimera;De hecho, quien está detrás de Mus es, por ejemplo, muchísimo más guapo que Mus y hace el amor con mucha más habilidad, buen tino y repiteración. Pero, chssss, ¡guárdenme el secreto! ;)
soy un jirón, una sombra;
alguien sin patria y sin nombre...
una aberración...un hombre
que de ser hombre se asombra.
Cual una nota perdida
con la ceniza en la frente,
naufragaré en el torrente
proceloso de la vida.
¿De qué viviré?...¿Qué haré?
¿Dónde al cabo moriré?...
¿Aquí o allá?... ¿Qué más da?...
¿Seré malo?... No lo sé.
¿Seré bueno? !Qui lo sa?
En Madrid, el día de san Patricio (obispo), por la noche.
Mus
9 Comments:
Hala, venga, te guardo el secreto.
Muchas gracias, Odiseo. ¡Te pago unas cañas en agradecimiento! :D
¿Detrás de Mus hay un tio que folla muy bien y que está muy gueno?
Juer, no se si decirte que me lo presentes o que tengas cuidao con las espaldas...
ahhhhhhh...odio ser tan superficial...jajaja
;-)
mmmm me lo imaginaba...
no se por que, en algun punto se te "sale" eso de bueno y gran follador jajajaja
Jaja, Alejandrina, ¡y lo de exagerado! ;)
Chuli, cometiste el error de pasar de la indicación relativa al valor absoluto. El que está detrás de Mus manifiesta ser mucho más guapo y follar mejor (que Mus), no "estar muy güeno y follar muy bien"... La distinción salta a la vista. En eso, Alejandrina y tú comparten error... pero yo me sumo con alegría a la sobreestimación, ¡que de ilusión también se vive! :D
Repiteración?
¿Qué es eso?
Y Odiseo que no quiere soltar prenda...
Repiterar es un verbo que me inventé hace unos meses. :)
http://eltropicodemus.blogspot.com/2007/04/y-se-hizo-verbo.html
No te conozco personalmente para comparar similitudes, además acabo de aterrizar aquí y aún no he leído lo suficiente. Cuando tenga información suficiente ya veré qué digo del Mus virtual y del Mus real ;)
Bienvenida, Minerva. :)
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