Beber para olvidar
Toda la vida se habló de lo supuestamente útil que es tomar/chupar/trasegar/soplar para olvidar, aunque a mí me parece que como remedio es una mierda (comperdón). Puede que con esa estrategia te olvides de lo que hacías mientras ejecutabas la estrategia y te mamabas hasta perder el estilo, pero olvidar, lo que se dice olvidar, me parece a mí que nanay. O naranjas de la China.
Pero la ciencia avanza que es una barbaridad y hoy me dio mucho gusto leer que con algo tan sencillo como el Sumial, que tanta gente se aprieta cuando tiene que rendir exámenes o templar sus nervios, por no decir combatir su hipertensión, podría bastar para dejar atrás recuerdos atormentadores como, por ejemplo, el día que nos pillaron las chuletas en el examen de selectividad.
Creo que me voy poner a pensar en las mozas que me dieron con la puerta en las narices y después me voy a tomar una de estas pastillas de bloqueador beta, a ver si supero ese cúmulo de desdenes.
Aprovechando mi memoria residual, calculé que necesitaré unas nueve cajas de treinta comprimidos para completar esta reprogramación. Es de venta con receta. ¿Alguna médica lectriz de esta bitácora querría hacerme las recetas?
Si además se aviene a jugar a los médicos conmigo, tanto mejor, que estoy muy salidismo.
En Rosario, el día de san Faustino y san Jovita (mártires), por la noche.
Mus
3 Comments:
¿Te sirve una enfermera?
Belit.
> ¿Te sirve una enfermera?
¡Mucho mejor! :D
Bienvenida.
Yo te puedo recetar un garrotazo..¿te vale?
jajajajaja
;-)
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