Efetti secondari
Una de las gracias de dedicarme a lo que me dedico es que puedo estar de pata de perro todo el rato.
Hoy, por ejemplo, estuve aquí de paseo:
Por si acaso a alguien no le suena o no se le dan bien los edificios históricos, acá va otra pista. ¡Quien la falle se queda sin postre!
Y otra de las gracias de hacer lo que hago (o el diezmo que pago por ello, según se mire, porque menudo coñazo que es andar buscando por doquier redes inalámbricas abiertas) es que puedo usar sitios así como puestos de trabajo, como hice hoy.
Todo ello conduce a ciertos desmanes intelectuales. Uno de ellos es que mi italiano es una mezcla de algo parecido al galaicoportugués, catalán, español y francés. Y como resulta que mi galaicoportugués daría lástima hasta a un masai, mi catalán haría removerse en la tumba a Roger de Flor, mi español anda combinando palabras y gramáticas de setenta hispanositios y mi francés es más bovino que un corral de Dodge City, pues resulta que mi italiano provoca reacciones vagales capaces de erizar los vellos del más paciente de los habitantes del Véneto.
Ni modo: se van a tener que aguantar un poquito conmigo.
En Padua, el día de san Braulio (obispo), por la tarde.
Mus
Hoy, por ejemplo, estuve aquí de paseo:
Por si acaso a alguien no le suena o no se le dan bien los edificios históricos, acá va otra pista. ¡Quien la falle se queda sin postre!
Y otra de las gracias de hacer lo que hago (o el diezmo que pago por ello, según se mire, porque menudo coñazo que es andar buscando por doquier redes inalámbricas abiertas) es que puedo usar sitios así como puestos de trabajo, como hice hoy.
Todo ello conduce a ciertos desmanes intelectuales. Uno de ellos es que mi italiano es una mezcla de algo parecido al galaicoportugués, catalán, español y francés. Y como resulta que mi galaicoportugués daría lástima hasta a un masai, mi catalán haría removerse en la tumba a Roger de Flor, mi español anda combinando palabras y gramáticas de setenta hispanositios y mi francés es más bovino que un corral de Dodge City, pues resulta que mi italiano provoca reacciones vagales capaces de erizar los vellos del más paciente de los habitantes del Véneto.
Ni modo: se van a tener que aguantar un poquito conmigo.
En Padua, el día de san Braulio (obispo), por la tarde.
Mus
5 Comments:
Juer, pos vaya gracia, ennn Paduaa.
Yayayaya, la pista era dificil pero amossss
;-)
Paselo biennn
Envidia cochina es lo que siento ahora mismo!!!
Estuve por ahí hace unos meses y aún tengo restos del síndrome de Stendhal.
Y no te preocupes por Roger de Flor, en realidad era Roger von Blume, medio tedesco y medio italiani.
Vaya viajecito ;)
Por el idioma no te quejes, los mortales como yo, que sólo sabemos inglés, vamos con dicho idioma a todas partes. Y si en el destino no lo saben, a buscarse la vida como podemos.
Uyyy síiiiii.
Pobreciiiito.
Menudo coñazo tener que andar buscando redes abiertas... ya sea subido a una góndola o encima un puente y además a la sombra, para poder ver clarito la pantalla.
Cht... angeliiito.
¡Gracias, empática! :)
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