El asalto
Hoy se me ocurrió que la vida es un combate de esgrima.
En esta apasionante disciplina deportiva, que consiste en usar fintas ofensivas y paradas defensivas sin cuento para pinchar al contrario o atizarle con el filo (según el arma, ya que hay tres: florete, espada y sable) antes de que él te pinche o atice a ti, el español cuenta con el verbo tirar para referirse al acto de combatir.
El tirador debe avanzar por la pista en la posición de guardia, ofreciendo al espadachín que tiene enfrente la menor superficie posible, y por eso el avance se hace en ese escorzo chistoso, con la mano posterior alzada que parece una mezcla de ademán gay y movimiento de la grulla de Ralph Macchio en Karate Kid. Al movimiento de avance se le dice marchar, que es lo opuesto al de retroceso, denominado romper. Finalmente, al movimiento de estocada se lo llama fondo.
Recuerdo las clases de esgrima en la Sala de Armas del Palacio de los Deportes de Madrid, con aquella rutinaria serie de ejercicios bajo la dirección del maestro, sin siquiera un arma en la mano: marchar, marchar, marchar dos veces, romper, romper, marchar, estirar el brazo, a fondo, marchar, marchar, romper, romper, romper, marchar, estirar el brazo, a fondo... Series sin fin, inerme junto con mis compañeros de práctica y ante un adversario invisible.
Hoy ya sé cuál es el adversario y a qué venía toda aquella disciplina, aquel mantener la guardia aun a costa de parecer un Macchio gay. Aún queda decidir si mi vida es tirar o lo que hago es tirar mi vida. Es complicado y hasta las polisemias del verbito tirar resultan un poco comprometidas, pero, en esta vida pugnaz que me traigo, ahora toca romper, romper, romper, desandar el camino y regresar a la vieja y fría Europa sin dejar de marchar, marchar, marchar... y, de vez en cuando, estirarme y a fondo.
En el municipio de Acajutla, el día de san Hilarión (anacoreta) por la noche.
Mus
6 Comments:
Pues con esta reflexión...te ha salido la parte tierna, mira por dónde.
Bienvenido a casa, aunque sea con la bufanda puesta.
La verdad es que la la vida puede ser tantas cosas... A todos se nos han ocurrido disertaciones brillantes con comparaciones exactas, que ahora por supuesto soy incapaz de recordar.
Pero fíjate tú, que la casquivana y coquetona Europa gana un plus si vamos a tener por aquí a un incordioso y -me invento el palabro porque yo lo valgo- lengüetólogo como tú.
¡Siempre quise aprender esgrima!
Cuando te imagino haciendo esgrima no sé si reirme o llorar (de emoción, claro!)
Anda y regresa al frío. Es bueno para el cutis.
Tiraba florete, y se me daba bien, no creas. Además aquel era uno de los pocos deportes en que ser árbitro es casi tan divertido como jugar: el árbitro tenía que describir, en francés (o algo parecido) la acción que juzgaba.
Cuando se tienen doce años y se tiene la constitución de un espagueti cortado longitudinalmente, poder decirle a un compañerito "latac mal paré" y "la repós tush pa valable" o algo así te embarnece el ánimo.
Tengo una amiga francesa que si hubiera visto aquellas frases también habría llorado... de emoción, naturalmente.
Pinche frío :(
Mus
Bienvenido,
Doy clases a los retornados, temporales o definitivos. A precios módicos, claro.
Te vuelves al viejo conti???^^
Tal y como ando de rallada estos días,quién me vería a mi con un floretín en mano, jajajajaja!
Haría un buen pincho moruno con alguno..:-D
P.d.-Oro parece, plata no es.
No tengo ni flowers...
Dude usted de mi inteligencia.
Kssss^^
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