24 agosto 2012

La Subbética cordobesa

Zuheros es un pueblo enrocado, literalmente, desde el cual se divisan colinas interminables de olivares trazados con tiralíneas.

Los muros de sus casas son tan blancos que cuando llegas bajo el sol veraniego te preguntas cómo hacen las retinas de sus habitantes para resistir la agresión de tantos fotones. Luego, cuando ves que los tales habitantes solo salen a la caída de la tarde, te lo explicas todo.

A unos kilómetros está Doña Mencía, y se me ocurre que un pueblo con un nombre como Zuheros y cuya población vecina tiene un nombre como Doña Mencía no puede ser mal sitio para vivir. Ni para tener relaciones sexuales con penetración (por ejemplo), aunque esto es más complicado para cualquier Mus y, en cualquier caso, carece de relación alguna con la toponimia.

En este breve párrafo se ve la utilidad de usar las mayúsculas cuando se debe, y no antes ni después. "Doña" con mayúsculas indica nombre propio y apunta a una población, mientras que si una Mencía viviera a unos kilómetros de Zuheros, la trataría con el merecido respeto llamándola "doña Mencía".

Qué idiotez de argumento para demostrar pedantería, ¿no? Pues por eso mismo me largo a cenar.

En Zuheros, el día de san Bartolomé (apostol) por la noche.

Mus