11 septiembre 2011

¿Dónde estabas, Mus?

El 11 de septiembre de 2001 estaba en Bruselas, a donde había acudido en un vuelo barato de Easyjet con la muy alevosa intención de mantener relaciones sexuales con una dama alemana casada.

Siguiendo el guion previsto y superados los temblores incontrolables iniciales de mi amante, que era la primera vez que le plantaba el cuerno a su esposo y estaba por ello presa de una crisis simpática (entiéndase adrenérgica, no afable) considerable, mantuvimos las relaciones sexuales programadas entre estruendosos rugidos y gemidos femeninos, que recuerdo bien que me descolocaron casi tanto como la primera vista de sus abundantes senos.

Tras los dos minutos de sexo de rigor (aquel día estuve más lento y me extendí de los 45 segundos de costumbre), prendí la tele y haciendo zapin me topé con el telediario de la 1 emitido por TVE Internacional, el cual vi comenzar desde el mismo principio. Recuerdo que solo se veía la primera torre en llamas y los comentarios torpones y dubitativos de los locutores. El impacto del segundo avión no lo vi (quién sabe dónde estaría mirando en esos segundos), pero recuerdo que cuando volví a mirar el televisor y vi que la segunda torre ardía también exclamé: "Eh, ¡esa torre no estaba ardiendo antes!".

Conforme pasaban los minutos e iban surgiendo más noticias, solo recuerdo que le repetía a mi partener que este suceso iba a cambiar el mundo tal como lo conocíamos, y me temo que así ha sido.

No recuerdo si volvimos a ayuntarnos ni nada en aquel hotel. A partir de esos momentos, la principal preocupación fue ver si íbamos a poder salir en el vuelo de regreso, cada mochuelo a su olivo.

Desde el municipio de Acajutla recuerdo hoy lo que pasaba hace diez años, tal día como hoy, de san Adelfio de Luxeuil (abad) por la tarde.

Mus